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La pugna entre pescadores de Vilanova y Sitges sube de tono

El enfrentamiento entre las cofradías de pescadores de Sitges y Vilanova (Garraf) por la captura de cañadillas ha elevado esta semana la tensión en la lonja del puerto vilanovés, donde los pescadores han estado a punto de llegar a las manos. Los equipos antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía y agentes de la policía local impidieron un enfrentamiento físico entre los pescadores, ya que los de Vilanova impedían que sus compañeros de profesión de Sitges llevaran sus capturas a la lonja del puerto vilanovés. Los primeros enfrentamientos entre los pescadores de cañadillas y los del resto de artes que conviven en el puerto de Vilanova se remontan al año pasado. Los pescadores acusan a los patrones de las pescas de arrastre de causar daños irreparables en el fondo marino cuando literalmente "peinan" el fondo del mar removiéndolo con grandes compuertas que se arrastran por el fondo para capturar este caracol de mar. Ello perjudica, sobre todo, a los pescadores de pulpo, que depositan sus armas de pesca en el fondo marino. El alcalde de Vilanova, Esteve Orriols (CiU), tuvo que actuar ayer como mediador en el conflicto y estableció una tregua temporal hasta ayer noche.

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