El Nobel de Literatura José Saramago opina que el autor que escribe lo que no piensa "no tiene perdón"
El Nobel José Saramago recordó ayer, en el homenaje que le rindió la Feria del Libro de Madrid, una pregunta que le hizo en otra feria una lectora: ¿Usted ha escrito alguna vez lo que no piensa? "Yo le contesté que no. Alguna vez he podido no escribrir lo que pienso, pero jamás he escrito lo que no pienso. Haber escrito lo que no pensamos no tiene perdón", opinó el autor ante un centenar de personas.El autor de El año de la muerte de Ricardo Reis disculpó a los que alguna vez no escribieron por miedo, cobardía o temor a determinadas circunstancias: "Es humano. Pero si se escribe lo que no se siente se está escribiendo lo que piensa otro y eso puede ser... No merece la pena decirlo, porque todos ustedes lo saben".
El "trabajo" de Saramago, según relató, es que tiene una preocupación ética de la existencia, algo que no es un mérito, añadió, sino algo inevitable. Reconoció que ha podido cometer muchos errores, pero nunca haber perseguido hacer daño a alguien o a algo. "Tengo ideas y convicciones muy firmes", continuó. Y contó cómo hace un tiempo pasó por un instituto de un pueblo portugués. Un edificio que se caía a pedazos y, aun así, profesores y estudiantes hacían allí su trabajo.
"Yo me pregunté cuánto costaba un kilómetro de autovía y cuántos colegios se podrían construir con ellas. No es demagogia plantearse estas preguntas tan fáciles, es una cuestión de prioridades, pero éstas alguna vez podrían estar invertidas. Y es una cuestión de pura ética que debe estar sobre la mesa a la hora de decidir cómo se gastan los dineros públicos", declaró Saramago, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos del público.
El autor aclaró que no deseaba echar un sermón. Y añadió que en los últimos años cada vez le interesa menos hablar de literatura. "Ésta no sirve para tapar el resto. Si la literatura pudiese cambiar el mundo, el mundo estaría cambiado. Ha servido para algo, pero el mundo sigue su camino por razones que no son literarias".
El escritor portugués, afincado en España, dijo que su relación con este país le ha llevado a una intuición: "En primer lugar soy portugués, sin engaño; pero luego soy ibérico. Sólo después, y si me da la gana, seré europeo".
Babelia
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