El emisario de EEUU insiste en que la retirada serbia de Kosovo debe ser total

Moscú volvió a ser ayer escenario de un nuevo maratón negociador para encontrar una fórmula que el enviado de Borís Yeltsin para la crisis de Kosovo, Víktor Chernomirdin, pueda "vender" al líder serbio, Slobodan Milosevic. Entrada ya la noche, el mediador ruso, el presidente finlandés, Martti Ahtisaari, y el secretario de Estado adjunto norteamericano, Strobe Talbott se tomaron un descanso y anunciaron que continuarían esta mañana. Talbott ya advirtió, antes de empezar la reunión, de que la retirada de las fuerzas serbias de Kosovo deberá ser total.Antes de la cita a tres, hubo ayer varias otras a dos, como la de Ahtisaari con el primer ministro ruso, Serguéi Stepashin, y las de Talbott con Chernomirdin y con el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov. Este último prolongó sus esfuerzos diplomáticos con un viaje a Estocolmo, donde se entrevistó con el primer ministro sueco, Goran Persson, y con el secretario general de la ONU, Koffi Annan. Si tanta conversación termina dando fruto, se traduciría en un viaje a Belgrado del mediador ruso. Anoche, Talbott dudó de que ese viaje fuera inminente. "Todo lo que sé es que se reunirá con nosotros por la mañana", dijo.

Algo de peso se debe estar cociendo para que se hable de optimismo. Pero, si hubiese que juzgar por las declaraciones que Talbott hizo ayer tras reunirse con Ivanov, habría que llegar a la conclusión de que aún media un abismo entre unos y otros. Según el negociador estadounidense, la OTAN sigue insistiendo en su exigencia de una retirada total de las fuerzas de seguridad serbias de Kosovo porque sólo así podrían crearse las condiciones para el retorno de los refugiados.

Por si quedaba alguna duda, Talbott especificó que, al hablar de retirada total, se refería a "la policía especial, los militares y los paramilitares serbios". Sólo cuando se haya completado ese repliegue más allá de las fronteras de Kosovo, podría aceptarse, añadió, la presencia en la provincia de minoría albanesa de algunos "funcionarios" yugoslavos.