Los aliados confían en que la inculpación no ponga en peligro las gestiones diplomáticas
Los aliados intentarán aprovechar la decisión del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de inculpar a Slobodan Milosevic por crímenes de guerra aunque, en principio, la orden de busca y captura contra el presidente yugoslavo no parece que vaya a facilitar una salida negociada al conflicto de Kosovo. Tanto Bruselas como Washington intentaban destacar anoche cómo la decisión del tribunal puede impulsar las negociaciones que se encuentran en un momento decisivo con las dudas sobre la visita a Belgrado del mediador ruso Víktor Chernomirdin.
En Bruselas, una fuente fuente diplomática de la OTAN declaró ayer a France Presse que "Milosevic será inculpado pero no juzgado". En la Alianza, sin embargo, donde califican la medida como "no negativa", esperan que la decisión del tribunal suponga un "medio de presión para que sus colaboradores den la espalda a Milosevic". Y argumenta esta esperanza: "Sus colaboradores comprenderán que no tiene ni tendrá inmunidad".En EEUU, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, tampoco vio en la decisión del tribunal de Naciones Unidas un impedimento insalbable para alcanzar un fin negociado a la guerra en Yugoslavia: "Hay que continuar las negociaciones con quien tenga un papel relevante en Yugoslavia". Su portavoz, James Rubin, se apresuró a recordar que EEUU apoya el trabajo del tribunal internacional: "Hemos sido los más firmes defensores de la creación del tribunal, y le damos todo nuestro apoyo". Pero el propio Rubin reconocía que la decisión del Tribunal puede complicar la salida diplomática al conflicto, y recordó lo difícil que fue negociar en 1995 con el caudillo serbobosnio Radovan Karadzic y su jefe militar, Ratko Mladic, ambos acusados de crímenes de guerra.
Los miedos de Rubin se verían confirmados por las declaraciones del embajador ruso ante la ONU, Sergei Lavrov, quien afirmó ayer que la acusación contra Milosevic sería "contraproducente" y "socavaría muy seriamente los esfuerzos políticos".
Otros análisis diplomáticos apuntan a que la iniciativa penal puede aumentar la tendencia del líder serbio a mantenerse en su posición de poder actual. Si eso es así, la consecuencia puede ser la invasión terrestre de Kosovo por la fuerza si fracasan las negociaciones con Rusia y si la campaña aérea sigue resultando insuficiente.
El problema, en todo caso, será convencer a Milosevic de que acepte un acuerdo si las opciones son perder Kosovo y vivir encerrado en Serbia o acabar en el banquillo.
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