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Los pinochetistas boicotean la asistencia de los embajadores español y británico al Congreso

"Nosotros somos los dueños de la casa y decidimos a quiénes invitamos", dijo el presidente del partido ultraconservador chileno Unión Demócrata Independiente, Pablo Longueira, al rechazar la presencia ayer en el Congreso Nacional de los embajadores de España y el Reino Unido. Los partidos de la derecha chilena, Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, dejaron la sesión en medio de una trifulca ante la negativa de los diplomáticos Juan Manuel Egea y Glynne Evans, a los que habían pedido que se abstuvieran de acudir a la ceremonia, a abandonarla.

Tras protagonizar varios incidentes con los parlamentarios de la Concertación (coalición guberbamental), los pinochetistas se retiraron del pleno del Congreso en protesta por la presencia de los dos embajadores, a cuyos países culpan de la detención en Londres del exdictador Augusto Pinochet.Minutos antes de que el presidente chileno, el democristiano Eduardo Frei, entrara en el recinto parlamentario, los senadores y diputados derechistas desplegaron una pancarta con la inscripción "Inglaterra y España: ¡no somos colonia, devuelvan al general Pinochet!".

Poco después se produjeron graves incidentes entre parlamentarios de la oposición y de la Concertación, lo que retrasó el comienzo de la lectura del informe de Frei ante los legisladores. Tras los forcejeos, insultos y gritos entre ambos bandos, los parlamentarios de Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente (UDI), junto a los de la llamada bancada militar (senadores designados por las Fuerzas Armadas), se retiraron del salón de honor del Congreso, en medio de los abucheos de los partidarios del Gobierno.

"Aquí hay dos embajadores que están provocando. La provocación es al más alto nivel, pues sabemos que las cancillerías de España y Gran Bretaña les ordenaron asistir a esta ceremonia", dijo el diputado de la ultraconservadora UDI Víctor Pérez. Su correligionario Carlos Bombal sostuvo que los gobiernos a los que representan los embajadores Egea y Evans "han ofendido gravemente al país". "Hay un senador que se encuentra secuestrado por la acción de sus países. Ante esta situación, nos parece indigno quedarnos", agregó visiblemente enojado el senador Bombal.

Gritos en el hemiciclo

Los diplomáticos español y británico permanecieron en el hemiciclo mientras en las tribunas de público algunos invitados proferían gritos a favor y en contra de Pinochet. Frei hizo su entrada en el recinto en medio de los aplausos de sus partidarios y los silbidos de los pinochetistas, lo que generó nuevos incidentes en las tribunas.

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Tras instar reiteradamente a la calma, el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, exhortó a "buscar la unidad del país, y no el enfrentamiento", pero los seguidores del senador vitalicio continuaron con los gritos y abucheos, por lo que finalmente fueron desalojados por el personal de seguridad de la Cámara.

El presidente del Senado también ordenó la detención de un grupo de personas que arrojaron monedas a la embajadora británica, Glynne Evans.

La última protesta de este tipo se produjo el 11 de marzo de 1998, cuando, un día después de retirarse como comandante en jefe del Ejército, Pinochet tomó posesión de su cargo de senador vitalicio y fue recibido por los parlamentarios de la mayoría gubernamental con fotografías de detenidos desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1990).

En las cercanías del Congreso se registraron también violentos incidentes. Un millar de manifestantes -entre trabajadores portuarios, estudiantes, indígenas mapuches y sindicalistas de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)- se enfrentaron con los carabineros (policía militarizada), que utilizaron material antidisturbios para evitar que se aproximaran a la sede parlamanteria. Los manifestantes cortaron el tráfico en los calles aledañas al edificio del Legislativo con barricadas y hogueras. Otros grupos se congregaron en el centro de Valparaíso, la segunda ciudad del país, donde al menos dos centenares de personas fueron detenidas por las fuerzas especiales de los carabineros. Según la policía, las escaramuzas dejaron también varios heridos entre los manifestantes y los carabineros.

El edificio del Congreso debió ser acordonado, mientras los agentes vigilaban con perros adiestrados en la deteccón de explosivos.

Frei propone un referéndum para reformar la Constitución de la dictadura

Hacer un país más democrático y mejorar el funcionamiento político. Estos son los dos argumentos que expuso ayer el presidente de Chile, Eduardo Frei, para proponer ante el pleno del Congreso un referéndum encaminado a reformar la Constitución heredada de la dictadura, redactada bajo el mandato del general y senador vitalicio Augusto Pinochet en 1980.El plebiscito no sería convocado si el Parlamento acepta las modificaciones que propone la coalición de Gobierno, que incluyen la desaparición de los senadores designados por las instituciones (Fuerzas Armadas, Corte Suprema y Presidencia de la República), y la modificación del sistema electoral binominal (en cada circunscripción se eligen dos diputados, y alcanzar más del 33% de los sufragios garantiza un escaño). Si Frei no consigue las reformas por la vía parlamentaria, enviará al Congreso un proyecto para convocar la consulta popular en el segundo semestre de este año.

"Digámoslo claro: después de nueve años de democracia, los chilenos no hemos logrado la aceptación legítima, verdadera, de una Constitución íntegramente democrática", sentenció Frei. El presidente chileno advirtió de que apelará "al pueblo" para que "dirima el conflicto de poderes", al aludir al repetido rechazo de los proyectos de reforma constitucional que ejerce el Senado, donde los pinochetistas pueden bloquear las leyes.

Frei lo dibujó con claridad en su intervención: "Una y otra vez nos hemos estrellado contra la voluntad de quienes todavía tienen miedo de la soberanía popular, de quienes desconfían de la sabiduría y madurez de nuestro pueblo".

El presidente insistió también en criticar la detención del exdictador Augusto Pinochet. "La permanencia del senador en Londres lleva consigo un grave daño para la imagen de Chile en la comunidad internacional e introduce incertidumbre en el devenir político de nuestro país", afirmó el mandatario.

Frei anunció que "el Gobierno seguirá utilizando todos los medios políticos, jurídicos y humanitarios para lograr su regreso (...) para que afronte, como todo ciudadano, los procesos judiciales pertinentes, porque el drama de los detenidos y desaparecidos permanece como una herida abierta".

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