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Raymond Carr gana el Príncipe de Asturias por su estudio de la España contemporánea

El historiador dice que la democracia española ha superado problemas de los siglos XIX y XX

Miguel Ángel Villena

Descubrió España cuando visitó Torremolinos en su viaje de novios en los cincuenta. Impresionado por un país sumido en una "pobreza degradante" y aislado del mundo, el historiador británico Raymond Carr (Bath, 1919) abandonó sus estudios sobre Suecia y se apasionó por la España contemporánea. Tras declarar con humildad que cubrió un vacío que, durante el franquismo, no podían llenar los historiadores españoles, Carr echa de menos libros interesantes sobre la España actual y muestra su alegría por la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, fallado ayer.

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"Torremolinos era entonces un pequeño pueblo de pescadores donde podía apreciarse la miseria de los niños buscando alimentos en un país subdesarrollado", comentó ayer Raymond Carr en una conversación telefónica desde el Reino Unido. A partir de aquel viaje de novios, el hispanista británico no ha dejado de estudiar la historia contemporánea de España y de América Latina, de publicar libros y de ejercer la docencia en Oxford. Como fruto de esta dedicación han quedado libros básicos como España, 1808-1939 y España, de la dictadura a la democracia, o la reciente obra Visiones de fin de siglo (Taurus), donde Carr ha coordinado a un grupo de historiadores.A juicio del veterano profesor, la España de hoy resulta "menos fascinante y atractiva que los periodos de dictaduras o de convulsiones sociales". "Ocurre siempre así", agrega Carr, "y no hay más que comprobar que el declive del Imperio Romano suscita más el interés de los historiadores que la creación de la República". Subraya que España cuenta hoy con una democracia estable y asentada y que los viejos problemas que planearon sobre el siglo XIX y el primer tercio del XX han sido superados. "El famoso trío de cuestiones que marcan la II República -como los problemas regional, social y religioso- está resuelto. Ahora bien, lo que echo de menos son estudios interesantes sobre la España actual. Es cierto que se han publicado muchos libros políticos, pero lamento la ausencia de un ensayo definitivo para comprender la última época".

En cambio, Carr está persuadido de que aquel vacío historiográfico que durante el franquismo cubrieron profesores anglosajones ha sido rellenado con brillantez por los historiadores españoles. A modo de ejemplo, Raymond Carr destaca un ensayo sobre la política de la Restauración coordinado por Mercedes Cabrera. "Excelente y muy sofisticado", apostilla el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, que anticipa que acudirá a Oviedo el próximo mes de octubre para recoger la recompensa.

Carr obtuvo ayer el premio por "la excelente calidad de su obra". "Sus trabajos sobre la historia de España de los siglos XIX y XX", señala el acta del premio, "renovaron los estudios sobre la modernización contemporánea y se han convertido en modelos de investigación". La decisión se tomó por unanimidad. El escritor italiano Umberto Eco quedó finalista. El galardón está dotado con cinco millones de pesetas y una escultura de Joan Miró, informa El Premio de Ciencias Sociales reconoce la poderosa contribución del historiador británico al conocimiento del pasado español reciente por haber "aportado una visión global a la historia contemporánea, que ha ayudado a ver la historia española dentro de su contexto europeo y que ha contribuido a la mejor comprensión tanto de la guerra civil como de la transición a la democracia".

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