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Aznar duda entre Oreja y De Palacio

No hay nada decidido, pero el tiempo apremia. De aquí a dos semanas quedarán cubiertos dos importantes cargos europeos y empezará a estar perfilada la nueva Comisión Europea, que nombran los gobiernos de los Quince y que presidirá el italiano Romano Prodi.La cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Colonia, el 3 y 4 de junio, nombrará al nuevo presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y al llamado Míster PESC, un cargo de nueva creación cuya tarea será desarrollar la incipiente política exterior y de seguridad común (PESC).

El presidente, José María Aznar, tiene en cartera aspirantes para los dos puestos. Ambos son socialistas. Para estudiar la marcha de sus candidaturas ha establecido un mecanismo de concertación con el PSOE. Su interlocutor en la oposición es el ex ministro de Industria Juan Manuel Eguiagaray. Hasta la fecha sólo se han visto una vez, pero tienen apalabrada otra cita.

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Para hacerse cargo de la PESC, el Ejecutivo ha presentado a Carlos Westendorp, actual Alto Representante Internacional para Bosnia, que ha decidido no agotar su mandato y figura en la lista del PSOE a las elecciones europeas. A Westendorp no le faltan adversarios, sobre todo alemanes, como el secretario de Estado para la UE del Gobierno de Bonn, Günter Verheugen.

Solbes, en cambio, goza de un amplio consenso entre los Quince para sustituir al sueco Erik Äsbrink al frente del BEI. Convencido de que podía colocar a cualquier español a la cabeza del banco, el Ejecutivo llegó a sugerir a Fernando Bécquer, ex consejero de Economía de la Junta de Castilla y León y actual presidente del Instituto de Crédito Oficial. Se rompió el consenso y tuvo que dar marcha atrás.

El socialista que no logre el puesto al que aspira tiene bastantes probabilidades de recibir un buen lote de consolación: una comisaría, la segunda en importancia que recaiga sobre España.

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Otro pretendiente socialista al cargo bruselense, el ex vicepresidente Narcís Serra, no parece idóneo ni al Gobierno ni a la cúpula de su partido. "Recuerda a viejos tiempos de escándalos que le salpicaron de rebote", recalca una fuente del PP. Serra dimitió en junio de1995 tras descubrirse las escuchas ilegales del Cesid. Además, tras el informe del Comité de Sabios que reprendió a la Comisión por su mala gestión, Prodi ha pedido a los jefes de Gobierno que le proporcionen comisarios, mujeres en la medida de lo posible, con una trayectoria que no pueda ser criticada. También da a entender que repartirá las carteras en función del currículum del candidato y no tanto del país que lo presente.

La principal comisaría que obtendrá España será para una personalidad del PP. Hasta que en abril Aznar designó a la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, cabeza de lista del PP a las europeas, todo parecía claro: Marcelino Oreja seguiría en Bruselas.

Ahora han surgido dudas y el propio Aznar ha contribuido a ello. En Washington, el 23 de abril, declaró que no estaba aún decidido quién sería su comisario y que no había tenido ocasión de hablarlo con Prodi, con quién se reunió el 9 de abril. Oreja tiene a su favor tener una estrecha relación con Prodi y experiencia internacional como ministro y comisario. Podría desempeñar la cartera de la ampliación al Este, que maneja abundantes recursos, o la de información, que ya ostenta, a la que agregaría telecomunicaciones.

De Palacio pisa fuerte porque es mujer y batalladora, como demostró durante la reforma de la política agrícola. Ante los ojos de Prodi le puede, sin embargo, perjudicar la dimisión en abril de Nicolás López de Coca, presidente de un organismo que depende de Agricultura y cuya familia cobraba subvenciones por el cultivo del lino.

Ambiciona la comisaría de Agricultura, que casi nunca ha desempeñado un país grande; la de Política Regional, que difícilmente obtendrá España al ser su principal beneficiario, o la de Competencia, que es dudoso que recaiga sobre un país al que le queda aún un trecho hasta acabar de liberalizar su economía.

La ex ministra de Agricultura ha insinuado a varios miembros del Gobierno que les será más útil que Oreja. Promete seguir muy de cerca lo que se cuece en otras comisarías y que puede afectar a España y apresurarse después en informarles.

"Al final Aznar elegirá al comisario en función de la cartera que le ofrezca Prodi", vaticina un diplomático.

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