Plaza busca la España de los contrastes para llevar al Real 'Las golondrinas'
El nuevo montaje se estrena el sábado con cantantes españoles y latinoamericanos
José Carlos Plaza ha vuelto a la España de los contrastes más duros para representar Las golondrinas. Esta ópera española, de José María Usandizaga, es el nuevo montaje del Teatro Real, que se estrena el sábado próximo y que se prolongará durante ocho representaciones hasta el 24 de mayo. "Es una obra en la que quiero mostrar el viaje de unos cómicos de la pobreza al exceso, al lujo, como muchas veces ocurre en este país", asegura Plaza. Para ello cuenta con un reparto de cantantes españoles y latinoamericanos espléndidos, el coro del Teatro de la Zarzuela y la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Manuel Galduf.
La Castilla paupérrima y el Madrid de tirar la casa por la ventana; el carromato barroco y colorido de los cómicos y la tierra áspera, marrón de la meseta; el ansia contestataria de los artistas y el miedo de la gente del pueblo. Esa España que hoy sobrevive es la que José Carlos Plaza va a llevar al Teatro Real el sábado en el quinto montaje que el director de escena realiza de una ópera española. "Ya me estoy convirtiendo en un experto", asegura quien ha firmado montajes como Divinas palabras, La dueña o La vida breve. "De Las golondrinas tenía muy pocas referencias, tan sólo una versión grabada de Ataúlfo Argenta que es una maravilla y un entusiasmo enorme de mi madre por la obra", asegura. Y ahora, al descubrirla a fondo, dice este hombre de teatro brillante y entusiasta de las aventuras que pone en marcha, "he sonsacado una historia de amor muy bien planteada, de sexualidad exaltada, a veces, con personajes nada planos en la que se describe un país que es tal y como yo lo he visto muchas veces".
Valle-Inclán
Lo dice alguien al que le gusta ver su tierra como Valle-Inclán nos la pintó, "en los espejos deformes del Callejón del Gato, con unos artistas, cómicos de la lengua, que le saltan verdades a la cara a la sociedad bienpensante". No en vano, él ha montado varias obras ya del autor iconoclasta gallego, de las cuales Las comedias bárbaras han pasado ya a la historia de los grandes montajes teatrales de los años noventa en la capital de España.Plaza confiesa cierto miedo también a la acogida del público. "En este teatro suele ser muy frío", asegura el director, algo que no comparten María José Montiel y María José Martos, las dos Linas, protagonistas de la obra, en el primer y segundo repartos. Ambas ya han pisado el escenario del Real, la primera en la Gala de Reyes, donde consiguió ser aclamada, y la segunda en La Bohème, las pasadas navidades. "Lo que no hay que perder es la tensión, es lo que te hace estar viva y superarlo todo", coinciden ambas.
Las dos, junto a sus compañeros de reparto -Raquel Pierotti, Cecilia Díaz, Vicente Sardinero, Jorge Lagunas, Ángel Rodríguez, Carlos López y José Alberto García-, son grandes actores y actrices, asegura Plaza. "Es más, son sorprendentes", dice. Quizá porque a los cantantes españoles, a la hora de ofrecer buenas interpretaciones, les ayuda el rodaje en las zarzuelas. "Eso es cierto", dice Montiel. "Los cantantes españoles estamos más acostumbrados a dramatizar ciertas situaciones de manera más teatral porque la zarzuela es una mezcla de ópera y teatro", asegura ella, que se define como cantatrice, en italiano.
"Con el coro también hemos trabajado a fondo", cuenta Plaza, "hemos conseguido muy bien, creo, que reflejen ese miedo y desconfianza de los pueblos castellanos ante lo que no conocen y que es fundamental para el contraste del primer acto", asegura en referencia a la labor que han llevado a cabo con los miembros del grupo corístico del teatro de la Zarzuela y los niños de la Escolanía Nuestra Señora del Recuerdo.
Babelia
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