Portugal se ofrece a acoger al presidente derrocado de Bissau

El primer ministro portugués, António Guterres, comunicó ayer al derrocado presidente de Guinea-Bissau, João Bernardo Vieira, su disposición a acogerle, si puede abandonar el país y se compromete a "no ejercer actividades políticas en Portugal". La Junta Militar, que dirige el general Ansumane Mané, detuvo ayer a tres altos mandos de las Fuerzas Armadas leales al ex presidente. Hasta el momento se han contabilizado más de cien muertos en los enfrentamientos.

La suerte del derrocado Nino Vieira, de 60 años, aún está pendiente de un hilo. La Junta Militar admite que el ex presidente pueda abandonar el país con destino a Lisboa, pero algunos miembros del Gobierno de reconciliación nacional sostienen que debe ser juzgado en Bissau. Los abusos de su régimen dictatorial en los últimos 19 años no han sido olvidados, y la población cercaba ayer los alrededores de la Embajada portuguesa, donde éste se encontraba refugiado.Las autoridades portuguesas tenían previsto que Vieira embarcase para Lisboa en el avión que ayer trasladó a Bissau al primer ministro de la ex colonia. El primer ministro de Guinea-Bissau, Francisco Fadul, no plantea objeciones a la salida de Vieira y sostiene que el objetivo del país debe ser la transición pacífica hasta las próximas elecciones presidenciales y legislativas, previstas para el mes de noviembre. En este sentido, añadió que el sustituto de Vieira debe ser, según la Constitución, el presidente de la Asamblea Nacional Popular, Malan Bacai Sanhá.

El derrocado Nino Vieira llegó al poder en 1980, tras un golpe de Estado contra el presidente y líder histórico para la independencia del país, Luis Cabral. El pasado junio, las fuerzas rebeldes de la Junta Militar se levantaron acusándole de incumplir su promesa de convocar unas elecciones libres y por haber facilitado armas a la guerrilla senegalesa.