Un referéndum vigilado
El primer grupo de observadores de las Naciones Unidas llegará mañana a Timor Este con el objetivo de controlar el proceso del referéndum sobre el futuro del territorio, marcado para el 8 de agosto, y supervisar la estabilidad en la ex colonia lusa, invadida por Indonesia en 1975. La misión de la ONU controlará una inmediata revisión del censo, prestará toda la asistencia necesaria sobre la consulta y desplegará un amplio número de observadores por todo el territorio para evitar nuevos brotes de violencia por parte de las milicias armadas proindonesias.Una misión de cuatro peritos de la ONU se desplazó esta semana a la capital timorense para establecer las prioridades sobre la asistencia electoral, control de la situación y ayuda humanitaria. Los funcionarios de las Naciones Unidas, los responsables de la resistencia timorense y las autoridades portuguesas han acogido con "satisfacción y esperanza" el acuerdo alcanzado entre Lisboa y Yakarta sobre el referéndum, pero no ocultan sus temores ante un posible recrudecimiento de la violencia.
