El Orfeón Donostiarra y La Fura llevarán a Salzburgo una versión 'multimedia' de 'Fausto'

La tradición centenaria del Orfeón Donostiarra y la creatividad renovadora de La Fura dels Baus se sumarán en un encuentro explosivo a partir del próximo 19 de agosto en el Festival de Salzburgo. La propuesta es espectacular y ambiciosa: presentarán una singular versión de la ópera La condenación de Fausto, escrita por Berlioz en 1840, que se olvida de los decorados de cartón y se instala en la modernidad. El resultado es, según el director de dicho festival, Gérard Mortier, "un espectáculo multimedia" que renueva el trabajo de un compositor adelantado a su tiempo.

Gérard Mortier recaló ayer en San Sebastián para seguir de cerca los detalles de este montaje en el velódromo de Anoeta y supervisar los ensayos, en los que se han volcado con devoción cien integrantes del Orfeón Donostiarra y los componentes de La Fura dels Baus, que actuarán ante el público de Salzburgo en cinco ocasiones. El director de la meca de los circuitos internacionales de música se deshizo en halagos. Y es que Mortier, partidario absoluto de que la ópera de finales del siglo XX adquiera una forma "nueva y contemporánea", se ha encontrado con un planteamiento absolutamente renovador del grupo catalán en su vertiente artística, que además tiene el sello de calidad musical garantizado por la batuta de Sylvain Cambreling, un especialista en Berlioz de gran renombre.La singular versión de La condenación de Fausto se pondrá en escena los días 19, 21, 23, 25 y 29 de agosto, en la sala Felsenreitschule, un teatro excavado bajo una montaña, con capacidad para 1.549 espectadores. En este escenario se levantará un cilindro de 12 metros de altura que vertebra la puesta en escena ideada por los directores artísticos de La Fura. Es precisamente en esta estructura móvil de varios pisos donde los orfeonistas deberán volcarse en la interpretación de una obra memorizada y aportar sus propios gestos actorales a la acción dramática.

La coordinación deberá ser perfecta. Porque el espectáculo se articula también sobre las imágenes emitidas por cuatro proyectores. La obra que ideó Berlioz se convertirá así, según Mortier, en "un espectáculo multimedia completamente nuevo, como nunca se ha visto en la ópera". El montaje es caro, bromeó ayer el director del festival, "pero menos que contratar a Plácido Domingo".

La Fura del Baus y el Orfeón Donostiarra actuarán junto a la soprano Vesselina Kasanova en el papel de Margarita; el tenor americano Paul Groves como Fausto, y el barítono bajo Willard White en la piel de Mefistófeles. La presencia de los solistas se sumará a la música de la Orquesta Staatskapelle de Berlín y reforzará la interpretación del coro, que ha dejado "fascinado" por su sonoridad a Mortier, especialmente por la calidad de los tenores.

Reto histórico

Este acontecimiento musical supone un reto histórico para el Orfeón Donostiarra, según reconoció ayer su presidente, José María Echarri. Aunque ha interpretado La condenación de Fausto en otras ocasiones, nunca se había enfrentado a la novedad de la puesta en escena y menos a una acción artística tan novedosa que, a juicio de Sylvain Cambreling, hubiese cautivado al compositor.El director de orquesta llamó la atención sobre la modernidad de la pieza, que es, a su juicio, "el primer collage musical que existió". La Fura ha sabido confrontar esta tradición de Berlioz con las técnicas actuales, ha huido de los convencionalismos. El grupo catalán conoce de cerca la pieza. Ésta es la cuarta vez que se acerca al personaje de Fausto, tras experiencias en teatro, cine e Internet. En esta ocasión aborda "una obra mágica", en palabras del director artístico, Carlos Padrissa, con la que Berlioz "escaneó la realidad". Porque la obra "habla de la naturaleza, del hombre, de la parte oscura que todos llevamos dentro y no controlamos. Pero también de la búsqueda del alma y la pureza que representa Margarita".

Todos actuarán en Felsenreitschule, un escenario "descapotable", tal y como lo describió Padrissa, que con su cierre simboliza un eclipse de sol y el viaje de Fausto en busca de Margarita. Quienes han apostado por el montaje confían en su buena acogida. "El éxito", dijo ayer el director del Orfeón, José Antonio Sainz Alfaro, "está en mezclar la tradición sólida del Orfeón con la novedad que es La Fura. Y en medio, la virtud, que es el señor Mortier con su Festival de Salzburgo". Este director tiene otro reto. En el mismo escenario los coralistas protagonizarán el estreno mundial de la Sinfonía Coral número 5, de Philip Glass, junto a la Radio Symphonierorchester de Viena.