Chococrispis, ganadores del Villa de Bilbao, editan su segundo disco

Si se deja a un lado la siempre apetitosa oportunidad de actuar ante numeroso público en una capital de provincia, el principal reclamo del concurso musical Villa de Bilbao es el premio reservado al ganador, que incluye la grabación de un disco de larga duración a costa del erario público. La segunda entrega del grupo catalán Chococrispis, titulada Clorophile?, es precisamente la recompensa por haberse impuesto al resto de los participantes en la novena edición del certamen, celebrada en 1997. Clorophile? ha sido editado por la discográfica de Noain (Navarra) Brutus Discos y las 14 composiciones que contiene nutren una propuesta que conjuga sin prejuicios ni cortapisas esquizofrenia, alucinaciones, cambios de ritmo que denotan cierta simpatía por el estruendo, rock, música funk, poso industrial e insinuaciones trip-hop en el tema que cierra el trabajo. El disco sucede en el tiempo a Love-gastronomy, su estreno discográfico, y recuerda a la desenfrenada riqueza rítmica de Orgasmic Toothpics y a las celebradas paranoias de grupos como El Desván del Macho y 713avo Amor. Todo gracias a historias protagonizadas por arquitectos de recuerdos o seres desquiciados en su empeño de contactar con alienígenas.