Clinton asegura que no busca "una victoria total"

Bill Clinton recibió anoche al ex primer ministro ruso Víktor Chernomirdin con particular flexibilidad. La reunión entre el presidente de Estados Unidos y el mediador ruso para Kosovo duró una hora y media y, según las dos partes, concluyó sin un acuerdo para poner fin a los bombardeos de la OTAN. Pero Chernomirdin salió de la Casa Blanca hablando de la existencia de "progresos" que sitúan "más cerca una solución diplomática". Y antes, en una conferencia de prensa celebrada tras su entrevista con el primer ministro japonés Keizo Obuchi, Clinton, sin renunciar a sus objetivos, había mostrado signos de moderación. La Operación Fuerza Aliada, dijo, no busca "una victoria total".

El mandatario estadounidense añadió que la composición de la fuerza internacional de paz para Kosovo puede ser discutida y podría haber una "pausa" en los bombardeos si Milosevic inicia una retirada de esa región."No estamos pidiendo una victoria total", dijo Clinton, "sino unas mínimas condiciones para que los kosovares puedan volver a sus hogares en paz y con autogobierno. Y eso no puede ocurrir sin una retirada de las fuerzas de serbias y el despliegue de una creíble fuerza internacional de seguridad, en la que la OTAN desempeñe un papel". El presidente norteamericano añadió que no tiene ningún problema en que esa fuerza esté patrocinada por la ONU e incluya fuerzas rusas y ucranias. "Hay espacio", señaló, "para discutir sobre su composición". Chernomirdin llegó a Washington anunciando que "si no hubiera algo concreto, no habría hecho el viaje". Ese contenido "concreto" estaba expresado en la carta de Borís Yeltsin a Clinton que Chernomirdin entregó anoche a su anfitrión. El exprimer ministro ruso, un político apreciado en Washington, adelantó que Milosevic es ahora "más flexible" en la crítica cuestión de la fuerza internacional de mantenimiento de la paz en Kosovo. "El lado yugoslavo", dijo, "está haciendo duros intentos para encontrar una solución".

Clinton recibió al mediador ruso bajo intensas presiones de prominentes republicanos, como el líder del Senado, Trent Lott, para que le diera "una oportunidad" a la diplomacia y aprovechara "el clima favorable" a una solución negociada de la crisis de Kosovo creado por la liberación de los tres prisioneros de guerra norteamericanos y las visitas a la Casa Blanca de Chernomirdin y el reverendo Jesse Jackson. "El presidente debería abrir negociaciones y encontrar algún tipo de solución diplomática", dijo Tom DeLay, líder republicano en la Cámara de Representantes.

Las encuestas, a las que Clinton siempre es sensible, enviaron el mismo mensaje. Según las últimas de CNN y CBS, una mayoría de norteamericanos ha cambiado de opinión y se opone ahora a una posible intervención terrestre. También una mayoría prefiere una solución negociada.

Papel constructivo

La Casa Blanca agradeció los esfuerzos mediadores de Rusia, el único país que parece estar en condiciones de conseguir algún tipo de acuerdo entre la OTAN y Milosevic. "Los rusos están desempeñando un papel constructivo", dijo Joe Lockhart, portavoz presidencial. Chernomirdin y el reverendo Jackson le pidieron anoche a Clinton "una pausa" en los bombardeos para darle una oportunidad a las negociaciones. Clinton respondió declarándose dispuesto a aceptar el cese temporal de los bombardeos cuando se presenten "las circunstancias correctas", en concreto cuando las fuerzas serbias comiencen a retirarse de Kosovo.La Casa Blanca insistió en que la OTAN debe "liderar" la fuerza armada multinacional que se desplegaría en Kosovo para pacificar esa región. Pero fuentes de la presidencia de EEUU también aceptaron que Clinton está preocupado por la posibilidad de que la guerra se prolongue tanto que terminen debilitándose el corto apoyo de la opinión pública norteamericana y la unidad de la OTAN.

Clinton recibió a Jackson tras Chernomirdin, pasada la medianoche, hora española. El reverendo, que ha conseguido la liberación incondicional de los tres presos de guerra norteamericanos en poder de Yugoslavia, había tildado de prueba de la "idolatría y arrogancia de los poderosos" la continuación de los bombardeos de la OTAN. Jakcson le entregó a Clinton una carta personal de Milosevic, con una "genuina propuesta de paz" y una invitación a una reunión personal entre los líderes norteamericano y serbio. Clinton agradeció al reverendo su fructífera mediación "humanitaria", pero le dijo que no piensa entrevistarse cara a cara con Milosevic "ni ahora ni en mucho tiempo".