Los trabajos arqueológicos en el País Vasco destruyen el mito de una sociedad medieval arcaica e igualitaria
Los vascos no fueron un pueblo aislado, arcaico e igualitario hasta muy avanzada la Edad Media, como se ha aceptado hasta ahora. Las recientes investigaciones arqueológicas en Euskadi demuestran fehacientemente que los antiguos vascos formaban una sociedad jerarquizada, que tenía contacto con otras y que no sólo se dedicaban a la ganadería. Estos son algunos de los datos que ha desvelado el arqueólogo Iñaki García Camino tras las excavaciones y estudios realizados en diversos yacimientos del País Vasco. Los más antiguos datan del paleolítico medio.
Para hablar de los yacimientos en el País Vasco, Iñaki García Camino considera fundamental esclarecer "qué es la arqueología". "Se piensa que es el estudio del pasado más remoto, de las civilizaciones que ya han desaparecido, pero es el estudio incluso de ayer o antesdeayer". De un poco antes que ayer es la población de Euskadi sobre la que investiga este bilbaíno de 41 años, arqueólogo de la Diputación vizcaína y miembro de la Junta de Arqueología del Gobierno vasco. Su trabajo se circunscribe principalmente a Vizcaya. "Estudio la Edad Media, del siglo VI al XII". "El yacimiento prehistórico más antiguo del País Vasco pertenece al paleolítico medio. Se encuentra en la cueva de Axelor, en Dima (Vizcaya). Ahí, en otro asentamiento alavés y en los acantilados de Barrika, en Sopelana, es donde está lo más antiguo que se ha encontrado", comenta. La primera persona que excavó en Axelor, que se protege ahora de visitantes no deseados con una reja en la entrada, fue José María de Barandiarán. "Lo que pasa es que no lo excavó todo. Es lo habitual, se deja parte del yacimiento para futuras investigaciones". En esa cueva vivían los hombres paleolíticos, de forma más o menos permanente, en torno a unos fuegos. Allí tallaban, trabajaban las piedras de forma muy tosca y se refugiaban. La cueva fue ocupada por humanos en otros periodos posteriores. Castros de Álava "A medida que nos vamos acercando en el tiempo hay hallazgos más frecuentes. Hasta hace 10 o 15 años, en que empieza a revitalizarse la arqueología por la asunción de competencias por parte del Gobierno vasco y las Diputaciones, prácticamente los únicos yacimientos catalogados en el País Vasco eran en la zona norte, en Guipúzcoa y Vizcaya, cuevas con asentamientos del paleolítico y mucho neolítico; y en Álava, castros de la Edad de Piedra", afirma García Camino. De época prehistórica son unos cuatro o cinco dólmenes apostados sobre Bilbao, en Artxanda. No sólo el traspaso de competencias revitalizó la arqueología vasca. Tuvo mucho que ver la creación de una universidad pública vasca. "La UPV es fundamental. Desde ahí es desde donde tienen que impulsarse las investigaciones", dice García Camino. "Que las distintas administraciones se hayan visto obligadas a tener en sus plantillas a arqueólogos es algo que no tiene más de ocho años". Para este arqueólogo bilbaíno lo más llamativo, tanto por su espectacularidad como por la aportación histórica que ha supuesto, son "una serie de yacimientos que están apareciendo en Álava, en torno al corredor de la Llanada, que era una vía importante de penetración, y también en Vizcaya". Se trata de necrópolis de los siglos VI y VII. "Es época ya medieval. Los ajuares son bastante espectaculares, porque son espadas, puñales, cascos, algún tipo de vaso a modo de ofrenda, algún anillo". Muchos de estos hallazgos se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico de Bilbao, en la exposición Las huellas del tiempo, que se puede visitar hasta el mes de junio. Según explica García Camino, estos ajuares demuestran que, mientras toda la meseta norte está influenciada por las costumbres funerarias de los visigodos, que ocupan en ese momento España, y que son el único pueblo germánico que no entierra con armas, los habitantes del País Vasco están influenciados en el medioevo por los francos. "Eso ha hecho cambiar toda la concepción histórica que teníamos de esos siglos. Se había venido acuñando la hipótesis, asumida por todas las corrientes historiográficas, tanto las nacionalistas como las nacionales, de que el País Vasco estaba muy atrasado, que vivió prácticamente en la prehistoria hasta que aparecen las villas y se funda Bilbao en el siglo XIV. Que era una sociedad pastoril, arcaica, organizada en grupos tribales y que vivían según formas de vida primitivas. Esta hipótesis se ha mantenido hasta hace sólo tres o cuatro años y sigue apareciendo en los libros de texto. Y se ha visto que no es cierto, que es una sociedad jerárquica, estructurada políticamente, como otras sociedades de entonces; que no era una cultura aislada sino que tenía contactos con otras", expone García Camino. La zona que abarca el País Vasco, Cantabria, Asturias y la Aquitania francesa recoge la práctica totalidad de las manifestaciones de arte prehistórico del paleolítico. "Una de las cuevas con pinturas más importantes de Euskadi es la de Ekain, en Guipúzcoa. No se puede visitar", apunta el arqueólogo. La que sí se puede ir a ver parcialmente es Santimamiñe, en Vizcaya. "La sala de pinturas donde está el panel importante está cerrada al público, porque están estudiando su estado de conservación. Se abrió al público en los años setenta y eso ha perjudicado las pinturas", indica. Restos romanos Iñaki García Camino recuerda que hay algunos yacimientos abiertos al público como el de Laguardia, en Álava. Se trata de un castro de la Edad de Hierro, de los siglos X al II antes de Cristo, "un poblado con los cimientos de las casas". Incluye un museo donde se exponen materiales que han aparecido allí y se ha reconstruido una cabaña. García Camino añade otro nombre alavés: Iruña. "Es un yacimiento de época romana que aún se está excavando, pero en el que ya se están adecuando zonas para el público". En Forua, cerca de Gernika, se encuentra otro yacimiento de época romana. "Un poblado en el que también se dedicaban a transformar el mineral en hierro, que va del siglo II al IV, y también se está excavando todavía. La Diputación lo está restaurando para abrirlo al público en breve", concreta. En época romana las relaciones por mar eran fuertes y hay restos romanos también en Bermeo, en Sopelana, en Plentzia, en Portugalete. "En Lekeitio hay un asentamiento romano importante debajo del pueblo actual". Trabajar con realidades Para este investigador, los vascos conocen muy poco de su pasado. Una parte de culpa está en la poca difusión que los investigadores han dado aún de sus hallazgos: "Nos falta mucho por publicar", afirma. "Es fundamental que dejemos de funcionar a base de mitos, muchos creados en el siglo XVI, y empecemos a trabajar con realidades. La sociedad arcaica e igualitaria no lo era. Tampoco se trataba de un matriarcado, otro mito. Los Pirineos es una frontera hecha por los estados modernos. Antes no separaban. Necrópolis como la de Finaga, en Basauri, lo demuestran", asegura. Los caseríos más antiguos que se conservan en pie son de finales del siglo XV y principios del XVI. Al parecer existían antes construcciones similares, "pero no mucho antes", concreta el investigador.
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