Exaltación de lo jondo

Esta noche sí, Jerez vibró con uno de los suyos: Antonio El Pipa. El tema de este nuevo espectáculo, Generaciones, es a fin de cuentas el tema clave de sus preocupaciones artísticas, la vigencia de lo añejo en el flamenco, la necesidad de salvar sus esencias genuinas de los herejes que amenazan con avasallarlo todo.

El discurso lo hizo Matilde Coral, quien se prestó con entusiasmo a esta comparecencia excepcional en el escenario. Se emocionó y nos emocionó, y bailó por alegrías con el señorío que ella supo hacerlo siempre. Ante la maestra, Paloma Sandoval, una menuda gitanita canastera de diez años que baila... ¡pero cómo baila!, y entre ambas María del Mar Moreno, la generación de ahora, de la elegancia y la sobriedad.

Con las tres, este joven maestro jerezano, Antonio El Pipa, que lo baila todo con saber y con sabor, desde el dramático palo seco del martinete hasta la exultante fiesta buleariera de Jerez, pasando por soleares enduendadas y unos tangos llenos de frescura y sensualidad, que hace casi femeninos a fuerza de dulzura y melodía.

Hubo cante grande, en una noche en que casi todo estuvo henchido de belleza. Juan Moneo El Torta, a quien hacía mucho tiempo no oíamos cantar por bulerías con la plenitud y el rigor de esta noche emocionante en que fue como si todo se acordara para hacerla memorable. Porque oímos también el estremecedor cante por soleá en la voz rota de Juana Fernández La del Pipa.

El toque de Antonio Jero puso el resto. Es el tocaor favorito de los viejos flamencos de Jerez, y lo justifica sobradamente.