El origen del dinero que financia al ELK
La guerrilla albanokosovar es acusada en varios países europeos de obtener fondos a través del tráfico ilícito
En la iglesia croata de París, que sirve de centro de reunión a los emigrados kosovares, uno de sus muros está ocupado por una gran bandera roja con el águila de dos cabezas. Al lado un cartel con una imagen de un santo insólito, con cartucheras y metralleta en la mano. Es Adem Jashari, líder histórico del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), la guerrilla independentista albanesa. No hay posibilidad de pérdida, ése es el centro de "reclutamiento" que el ELK tiene en París. "Más de 200 emigrantes albaneses han regresado ya a su país para luchar por la libertad de Kosovo", explica un hombre mayor señalando la libreta en la que figuran nombres y direcciones de compatriotas exiliados pero también la contabilidad de los donaciones que éstos hacen para financiar su Ejército de liberación.
Exigencia moral
"Si la OTAN deja a los serbios sin tanques ni cañones, nosotros ya nos ocuparemos de dejar Kosovo sin serbios", afirma un joven sonriente recién alistado. Para quiénes ya han cumplido los treinta, el patriotismo pierde atractivo aventurero a favor de la exigencia moral. "¿Cómo puedo seguir educando a mis hijos? Un padre, cuando su pueblo está siendo masacrado, no puede quedarse aquí, en París". La esposa, un tío y los amigos se han comprometido a que no les falte nada a los niños mientras él luche con el ELK. Francia no es un país que haya acogido muchos refugiados albaneses. Alemania y Suiza son las patrias provisionales de quienes empezaron huyendo de la guerra civil en Albania y luego de la política de "purificación étnica" del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, en Kosovo. El escritor Ismail Kadaré, probablemente el albanés más conocido en el mundo, sí reside en París y se manifiesta junto con sus amigos franceses del comité Kosovo: "Hay que frenar el proyecto maléfico de Milosevic, que quiere convertirnos a todos en exiliados". Junto a Alain Finkielkraut, Olivier Mongin o Pierre Hessner respalda los bombardeos de la OTAN -"es un paso en falso pero en la buena dirección", ha dicho Hessner-, y ayuda a conseguir dinero para la causa kosovar.
Como todos los ejércitos clandestinos, como cualquier movimiento político que no cuenta tras sí con un Estado y un sistema fiscal, la financiación del ELK es objeto de toda clase de rumores. "Damos el 3% de nuestro salario a una fundación", explicaba a Le Monde Bardhy Mahmuti, portavoz en Suiza de La patria te llama. La organización está controlada por el MLK (Movimiento de Liberación Kosovar), vitrina política del ELK. Las autoridades suizas congelaron, en julio de 1998, los fondos de La patria te llama porque la fundación era sospechosa de estar implicada en "tráficos ilícitos de material de guerra y de participación en una organización criminal". Mahmuti no desmiente la acusación porque "visto que los crímenes de los serbios se han cometido en medio de la indiferencia de las grandes potencias, considero que comprar armas es un acto humanitario".
Ese 3% del salario no lo explica todo. En París, Kurthesi, un joven con el bigote castrense, asegura: "Todos nosotros dedicamos el 30% de nuestros sueldos al ELK". Tres o 30%, las autoridades helvéticas bloquearon cuentas con más de 800 millones de pesetas. "En Alemania hay más de 400.000 albaneses y en Suiza somos 150.000 los que hemos llegado de Kosovo", enumera Mahmuti.
Los servicios de propaganda serbia afirman que "los terroristas del ELK viven del dinero del tráfico de drogas". No hay ningún dato que lo demuestre pero la Interpol sí admite que "los albaneses de Kosovo controlan la mayor parte del tráfico de heroína en Suiza, Austria, Alemania, Hungría, República Checa, Noruega, Polonia y Bélgica".
En los últimos años, los emigrantes kosovares suponen el 14% de las detenciones de la Interpol por narcotráfico, la segunda nacionalidad en esa clasificación, sólo detrás de los turcos -la Interpol no diferencia entre turcos y kurdos-, que se llevan el 30% de las capturas.
"No podemos impedir que un albanés que anda metido en negocios poco claros se manifieste por la libertad de su patria", ha dicho Mahmuti. Sin duda pensaba en Agim Gashi, notorio narcotraficante kosovar detenido en Italia al día siguiente de su participación en una manifestación ante la embajada de EEUU en Roma. La mini guerra civil en Albania en 1997 estuvo en el origen de tráficos ilegales. "Entonces fueron asaltados muchos cuarteles y depósitos de municiones del Ejército. En Albania aún hay bandas armadas que se nutren de aquel botín pero ese material también ha ido a parar, en una pequeña parte, al ELK. Y otros muchos fusiles y munición han desaparecido, engrosando los circuitos de tráfico de armas", ha escrito el periodista Nicolas Miletitch antes de concluir que "no existen pruebas convincentes de que los independentistas albaneses de Kosovo se financien con dinero de la droga".
Rumores
Pero la rápida especialización y el peso que ha cobrado la mafia kosovar en todo lo referente al tráfico de drogas sigue nutriendo los rumores. "Sabemos que las redes del tráfico de drogas y las del tráfico de armas se entrecruzan y, desde principios de los 90, los kosovares son el primer grupo comunitario implicado en detenciones ligadas a los dos tráficos. Hay kosovares que reclaman armas pero también los hay que las venden", comenta el Observatoire Géopolitique des Drogues, institución suiza que recuerda que "el 80% del mercado de la heroína de Zurich está en manos de albaneses". Según la policía de esta ciudad, "una parte del dinero es blanqueado a base de comprar restaurantes y empresas en Macedonia".
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