Dolor y síndrome de Down
Una serie de ensayos realizados en ratones que tienen una alteración genética similar a la del síndrome de Down refuerzan la hipótesis de que las personas que lo padecen tienen una menor sensibilidad al dolor. Un equipo de investigación de la universidad de Cantabria, dirigido por Jesús Flórez, ha constatado que los ratones tienen una respuesta más retrasada y amortiguada que los normales ante la aplicación de estímulos dolorosos. Los resultados fueron publicados ayer en la revista NeuroReport.
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