El Teatro Real se enfrenta al reto de estrenar 'Carmen', de Bizet, con Baltsa y Shicoff

Antes o después tenía que llegar. Que Carmen, de Bizet, se representara en el Teatro Real era algo inevitable. Se trata de un título cumbre del repertorio operístico mundial y además tiene un especial significado en España. Mañana el Real inicia la primera de las 10 representaciones de esta ópera mítica con dos figuras en los papeles principales que han contribuido a la celebridad de Carmen, los cantantes Agnes Baltsa y Neil Shicoff. Esta producción, con puesta en escena de Emilio Sagi y dirección musical de García Navarro, cuenta también con Jesús del Pozo como figurinista.

Juan Cambreleng, gerente del Teatro Real, tenía claro que poner en pie esta ópera era asumir una responsabilidad a la que hay que añadir otros componentes ya que puede convertirse en un acontecimiento polémico debido a que raro es el espectador, y aun más el experto de turno, que no tenga claro cómo debe ser puesto en pie este espectáculo: "De ahí que se reuniera a un importante elenco y se cuidara la elección de todos los componententes que participan en este montaje".Sin duda, la estrella máxima es la mezzosoprano griega Agnes Baltsa, que ha paseado Carmen por medio mundo y ayer dijo, acerca de tener que interpretar una vez más este papel: "Cada día que me levanto tengo que buscar una ilusión para levantarme, para salir a la calle, para vivir, pero con Carmen esa búsqueda lógicamente se intensifica, pero lo que tengo claro es que estoy con una gran ilusión, debo pensar que es la primera vez que hago Carmen... y que puede ser la última", dijo la cantante, quien, al igual que su compañero el tenor Neil Shicoff, se encuentra especialmente cómoda con el equipo de esta producción, con el que dicen haber logrado una complicidad.

El Real ha empleado los 270 millones de pesetas que ha costado esta producción en contratar no sólo a las dos primeras figuras internacionales, sino también como responsable de la puesta en escena a Emilio Sagi, actual director artístico del Teatro de la Zarzuela; a Gerardo Trotti, como escenógrafo; al diseñador Jesús del Pozo, como creador de los figurines; Antonio Márquez como coreógrafo, y Guido Levi como iluminador. Salvo Sagi, ninguno de ellos asistió al encuentro con la prensa. El maestro García Navarro afirmó que no habían sido convocados.

En los papeles de Escamillo y Micaela figuran el bajo-barítono Greer Grimsley y la soprano Andrea Dankova. Los cuatro personajes principales tienen un segundo reparto formado por Alicia Nafé, César Fernández, Dean Peterson y Ana Rodrigo. Completa el equipo la dirección musical de García Navarro, el Coro de la Comunidad de Madrid, la Escolanía Nuestra Señora del Recuerdo y la Orquesta Sinfónica de Madrid.

García Navarro confirmó ayer que se invitó a Teresa Berganza, la Carmen española más internacional, para trabajar en esta producción: "Ella rechazó la oferta porque pensaba que ya no estaba en condiciones físicas de hacerlo..., por razones obvias como es la edad".

Este espectáculo nace con vocación viajera ya que Cambreleng espera que esta producción sea requerida por otros centros operísticos internacionales: "Esperamos que esta Carmen tenga muchos novios". Por lo pronto, ya está incluida en la gira que en el año 2002 hará el Teatro Real por Japón.

Emilio Sagi confía en eliminar todos los tópicos que hay en torno a esta ópera: "He pretendido ofrecer una lectura austera, profunda, una visión contemporánea de la España del año 2000 y, sobre todo, hemos intentado no ser originales, porque es entonces cuando las cosas salen mal", dice el director, quien ha huido de la habitual Carmen folclorista. "En cualquier caso, no olvidamos que la historia sucede en Andalucía, no en Oslo ni en Praga".