Los pactos de la UE con terceros países bloquean la exportación hortofrutícola
Los acuerdos suscritos por la Unión Europea (UE) con terceros países están suponiendo el bloqueo a las exportaciones hortofrutícolas españolas, que se hallan congeladas o con un crecimiento mínimo en los principales países consumidores. Los productores y exportadores españoles acusan a Bruselas de utilizar las frutas y hortalizas como moneda de cambio frente a compensaciones en otros sectores y reclaman de las autoridades comunitarias un mayor esfuerzo para abrir mercados como los de Estados Unidos o Japón.
Con unas ventas en el exterior de 950.000 millones de pesetas (5.710 millones de euros) y un volumen superior a los nueve millones de toneladas, el sector hortofrutícola español constituye una pieza clave en el conjunto de las exportaciones totales agroalimentarias españolas, que en 1998 ascendieron a unos 2,5 billones de pesetas. Las producciones de frutas y hortalizas suponen más del 25% de la producción final agraria en España. Sin embargo, esta imagen pujante del sector se halla seriamente amenazada ante las mayores dificultades que existen cada año para abrir nuevos mercados y consolidar los ya existentes, fundamentalmente por la presión de ventas desde terceros países.Éste será uno de los puntos fuertes a debatir en el congreso que celebrará esta semana la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) en Madrid. Para el director gerente de esta organización, José María Pozancos, la actual situación del sector se ha producido como consecuencia de "un sistema de protección de los precios de entrada ineficaz, las concesiones desmesuradas a terceros países en los acuerdos comerciales, la falta de interés de Bruselas para abrir nuevos mercados y por el desmantelamiento de las restituciones a la exportación".
Actualmente, la UE tiene suscritos acuerdos preferenciales, entre otros, con todos los países del norte de África, Suráfrica, Mercosur, el Pacto Andino, Chile y México. Desde los países del norte de África se importan en toda la UE grandes cantidades de frutas y hortalizas, donde destacan patatas de Egipto y tomates de Marruecos, que en 1998 colocó en los países comunitarios unas 150.000 toneladas. Desde Suráfrica, las importaciones afectan a todo tipo de producciones tempranas, entre ellas la uva. De los países de Mercosur destacan las ventas de frutas y cítricos de Chile y México.
Cláusulas de salvaguardia
Hay otras producciones cuya importación en la UE está creciendo y para las que se aplican cláusulas de salvaguardia, como sucede actualmente con los ajos de Asia, especialmente de China, y que han provocado el hundimiento de los mercados.Para los productores españoles, esta política de concesiones a terceros países, sin los debidos controles, está provocando mayores dificultades en el mercado comunitario, incluido el español, para vender la mercancía a precios rentables. Fepex denuncia la política seguida en estos sectores por la UE al aceptar exigencias de terceros países que suponen una competencia directa con los agricultores comunitarios, cuyos costes de producción son mucho más elevados.
Como consecuencia de ello, no sólo es más difícil seguir exportando las mismas cantidades a los países tradicionalmente consumidores, sino que esa avalancha de materias primas desde terceros países se está notando también en el propio mercado español, donde hay sectores con precios hundidos. En 1998, la UE importó de terceros países nueve millones de toneladas de frutas y 1,4 millones de toneladas de hortalizas.
De las exportaciones hortofrutícolas españolas, solamente el 9% se coloca fuera de los mercados comunitarios, fundamentalmente en los países del este y a bajos precios. Los productores y exportadores reclaman al comisario europeo de Agricultura en funciones, Franz Fischler, que, junto a las mayores concesiones para que terceros países coloquen sus productos en los países comunitarios, se esfuerce para abrir nuevos mercados en el exterior, y muy concretamente en Japón y EEUU, los únicos que pueden recibir una oferta importante y pagar buenos precios.
Los productores denuncian los rígidos sistemas impuestos por esos dos gobiernos para frenar las entradas del exterior alegando siempre razones fitosanitarias, cuando los productos exportados no suponen ningún problema. Tanto Japón como EEUU abren sus fronteras a determinadas producciones comunitarias y en determinados periodos para volúmenes insignificantes. Para los productores españoles, la disminución de la protección exterior en fronteras en la Ronda Uruguay se realizó sin ninguna compensación comunitaria para el sector y reclaman medidas de apoyo para no bloquear al sector frente a terceros países.
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