El PNV insta al Estado a que pida perdón por la 'guerra sucia'
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, abogó ayer por cerrar el periodo de guerra sucia auspiciada por el Estado en la época de UCD y del PSOE con una declaración pública de culpabilidad, en el Parlamento, por no "haber cargado la mano sobre todos estos hechos, que sólo han desacreditado al Estado de derecho". "No quiero ni revolver ni vengar", dijo el líder nacionalista para dejar claro que no hablaba desde la venganza, sino con la mirada puesta al frente.El presidente peneuvista descargó sus críticas por igual entre socialistas y populares. A los primeros les acusó de estar "de puro miedo, arrimados al PP" y pidió a sus dirigentes mesura en sus declaraciones cuando hablen de la violencia en Euskadi. En concreto, censuró al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, quien la semana pasada equiparó la violencia callejera del País Vasco con la situación vivida por los judíos en la epoca nazi. "Almunia o no ha leído o no se ha enterado bien al decir eso o está desbocado", aseguró, al tiempo que le preguntó por uno de los episodios de la guerra sucia que ha terminado por reventar 15 años después.
Asesinato de Brouard
En concreto, Arzalluz sacó a relucir el asesinato del dirigente de HB, Santiago Brouard, "un pediatra muy bueno que nunca tiró un tiro", recalcó, ocurrido el 20 de noviembre de 1984. Entonces, José Barrionuevo era ministro del Interior y Julián Sancristóbal, director general de la Seguridad del Estado. Y dirigiéndose directamente a Almunia le espetó: "¿Y quién lo hizo? ¿No sabe Almunia quién lo hizo? ¿No ha sido Almunia uno de los que ha bailado en Guadalajara [prisión en la que fueron encarcelados Vera y Barrionuevo por el secuestro de Segundo Marey] porque ha tenido que hacerlo? ¿Y ese hombre nos habla aquí a cuenta de la kale borroka, comparándola con los nazis? En qué país estamos", exclamó. Preguntado sobre este extremo, Almunia se ha limitado a pedir a la justicia que esclarezca el caso y que haya un "castigo para los culpables". El juez del caso Brouard asegura que los 50 millones que costó el asesinato se pagaron con los fondos reservados que manejaba Sancristóbal. Arzalluz también despachó con críticas las apariciones públicas llenas de "insultos" del portavoz del Gobierno, Josep Piqué, ante el "estreñimiento verbal de Aznar". Del presidente, criticó su falta de visión política. Internamente, por su incapaz de "completar la democracia aquí" y, a nivel internacional, por carecer de una política europea y preocuparse sólo por "conseguir los fondos de cohesión". "¿Todo se reduce a eso?", le preguntó a Aznar.
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