Yugoslavia derriba el primer avión aliado
Milosevic asegura que ha capturado a dos pilotos a 30 kilómetros de Belgrado
Ocurrió. En el cuarto día de bombardeo consecutivo sobre Yugoslavia, y después de una guerra de desinformación que llevó a Belgrado a asegurar varias veces que había derribado aparatos de la OTAN, sin que jamás se confirmara, esta vez acertó. Un F-117 estadounidense, poderoso aparato invisible, cayó a 30 kilómetros de Belgrado, según informó y exhibió en sus pantallas la televisión yugoslava. Mientras Bruselas y Washington callaban, Roma lo confirmó esta madrugada. No se conoce la suerte del piloto o los dos pilotos, que Serbia dice haber capturado.
Un vecino de Belgrado, habitante de un noveno piso, describió cómo una enorme bola de fuego descendió del cielo al suroeste de la capital. Eran las nueve de la noche. Poco después, la televisión serbia empezó a emitir las imágenes del aparato derribado y en llamas que, según el gobierno italiano, sí era el F-117 estadounidense.De confirmarse, se trata del primer golpe militar del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, desde que se iniciaron los ataques. Horas antes, Milosevic había asegurado que las tropas extranjeras jamás ocuparán su país. Milosevic realizó esta declaración durante una entrevista con una delegación de Ucrania, encabezada por el ministro de Exteriores, Boris Tarasiuk, y el de Defensa, mariscal Aleksandar Kuzmuk. Según la televisión oficial serbia (RTS), la delegación ucrania acudió a Belgrado para hablar de la paz.
Milosevic rompía así su silencio. En su intervención de ayer, no deja abierto el menor resquicio que indique una voluntad de ceder ante la presión de los bombardeos de la OTAN y se muestra dispuesto a combatir. El pueblo de Yugoslavia no se enteró de las palabras de su presidente por vía directa, sino citadas en el telediario de la televisión oficial (RTS), que mostraba a Milosevic durante su entrevista con la delegación ucrania.
Por este curioso mecanismo, Milosevic ha transmitido su valoración de la situación, cuando las bombas de la OTAN caían por cuarta vez sobre todo el territorio de Yugoslavia y Belgrado se reponía del peor bombardeo durante la noche del viernes al sábado. Según Milosevic, citado por la agencia oficial yugoslava Tanjug, "la resistencia que ofrece Yugoslavia en la defensa frente al agresor la apoya todo el mundo amante de la libertad". Añade Milosevic: "Son cada vez más fuertes las peticiones de los países que rechazan el uso de la fuerza en las relaciones internacionales para que la OTAN cese inmediatamente sus bombas y misiles contra Yugoslavia".
"Una lucha justa"
Insiste Milosevic en no permitir la presencia de tropas para controlar el cumplimiento del plan de paz de París para Kosovo: "A nuestro país le impusieron la guerra, en la que el pueblo defiende su patria, su libertad y su dignidad nacional. Los habitantes de Yugoslavia se muestran unánimes en su decisión de no permitir, bajo ningún precio, que los enemigos ocupen su país".Concluyó Milosevic: "El ataque criminal de la OTAN a Yugoslavia se dirige contra la libertad y la paz en todo el mundo. El deber de todos los países libres es oponerse al despotismo militar de la OTAN, encabezada por EEUU, que destruye el sistema de la ONU y representa la amenaza más peligrosa para la paz internacional y la seguridad desde el final de la II Guerra Mundial. Como país atacado, Yugoslavia debería obtener toda la ayuda necesaria".
El Estado Mayor del Ejército de Yugoslavia también rompió su silencio de más de 48 horas para informar sobre las operaciones de la OTAN, aunque no facilitó el número de bajas. Tras una primera relación, que mencionaba a 10 militares muertos en los primeros bombardeos, los medios oficiales hablan de víctimas civiles, pero hasta ahora no se ha mostrado un solo muerto, ni un entierro.
Parece como si el número de víctimas se hubiese convertido en un secreto militar de primer rango. El ministro federal de Información, Milan Komnenic, aseguró que ningún país serio, bajo las circunstancias actuales, facilitaría el número de víctimas. Komnenic abrumó con una auténtica catarata verbal a los periodistas que asistieron a una rueda de prensa ayer al mediodía en Belgrado, pero sin responder a casi ninguna de las preguntas sobre número de muertos.
Por la tarde, el Estado Mayor del Ejército celebró una conferencia de prensa, que tampoco aportó mucho. El coronel Milivoje Novkovic, jefe de prensa del Ejército, repitió los argumentos de que Yugoslavia no ataca a nadie. Declaró el militar que los bombardeos se dirigieron contra 90 objetivos militares, sobre todo cuarteles, aeropuertos militares y 14 sistemas de defensa antiaérea, 8 centros de telecomunicación, 5 puestos de mando, cinco bases y 20 objetivos de infraestructura de defensa.
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