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OPERACIÓN FUERZA DECIDIDA

La UE responsabiliza a Milosevic del conflicto y le exige que detenga la agresión en Kosovo

La UE aprobó ayer una declaración en la que responsabiliza al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, del ataque lanzado por la Alianza, y le exige que detenga "su acción violenta en Kosovo y firme los acuerdos de Rambouillet". En la declaración, emitida dos horas después de que comenzara la operación, se dice que en las manos del líder yugoslavo "está frenar la acción militar" si para "inmediatamente" los ataques en Kosovo. Para el presidente del Gobierno español, José María Aznar, en Europa no hay lugar para los ataques a los derechos humanos ni para la limpieza étnica

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Fuentes diplomáticas indicaron que hubo países que expresaron reservas en el breve debate que abrió los trabajos del Consejo de Berlín ayer por la mañana. El que más claro habló en ese sentido fue el primer ministro griego, Costas Simitis, que expuso su preocupación por las consecuencias que el conflicto puede tener en la región. Grecia ha sido un aliado tradicional de Serbia en los Balcanes. A la misma hora que se aprobaba la declaración, Austria cerraba su espacio aéreo a los aviones de la OTAN para un posible ataque en Kosovo por carecer de la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.La declaración aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince hacía suyos los argumentos expuestos el martes por el secretario general de la OTAN de que Europa no puede asistir impasible a una catástrofe humanitaria de las dimensiones que se vive en Kosovo. "En los umbrales del siglo XXI, Europa no puede tolerar una catástrofe humanitaria en su seno. No se puede permitir que, en medio de Europa, a la mayoría de la población de Kosovo se le prive colectivamente de sus derechos y sea sometida a graves abusos de sus derechos humanos. Nosotros, los países de la Unión Europea, tenemos la obligación moral de asegurar que las conductas violentas e indiscriminadas, como se pusieron de manifiesto en la matanza de Racak de enero de 1999, no vuelvan a repetirse. Tenemos la obligación de asegurar el regreso a casa de cientos de miles de refugiados y de personas desplazadas. La agresión no puede ser premiada. Un agresor debe ser el que pagará un alto precio. Ésta es una lección que debe ser aprendida del siglo XX". Los Quince, además de invitar al presidente Milosevic a reconsiderar su posición, le recuerdaban que la comunidad internacional no está dispuesta a tolerar los crímenes contra la humanidad, y que aquellos que se empecinan en mantener el conflicto en Kosovo "no deben olvidar que el mandato del Tribunal de La Haya le hace competente en lo que ocurre en Kosovo". Pese al tono firme, la nota no da en ningún momento el apoyo explícito a la acción armada.

José María Aznar, en su primera declaración sobre la crisis desde que la OTAN tomó el martes la decisión de atacar, consideró que "en Europa no pueden tener cabida ni el desprecio sistemático a los derechos humanos más elementales ni acciones reiteradas de limpieza étnica".

El presidente Aznar anunció su comparecencia en el Congreso el próximo martes para explicar los detalles de la participación española.

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