Nuevos datos refuerzan la hipótesis de que la Luna se desgajó de la Tierra

El análisis de los datos que está enviando la pequeña nave no tripulada Lunar Prospector desde su órbita alrededor de la Luna apoya la teoría del gran impacto, la que dice que la Luna se formó con material procedente de la Tierra tras sufrir ésta el impacto de un gran asteroide, del tamaño de Marte, en los primeros tiempos del sistema solar. Las otras dos teorías son que la Tierra y la Luna, muy similares en su composición mineral, se formaron al mismo tiempo, y que la Luna fue capturada por la Tierra después de la formación de ambos cuerpos celestes.

La Lunar Prospector ya fue noticia el año pasado cuando suministró medidas que podían interpretarse como indicios de la existencia de agua en los polos lunares. Ahora, los científicos de la NASA han presentado los datos que refuerzan la hipótesis del gran impacto en un congreso sobre ciencia lunar y planetaria que se celebra en Houston (Tejas). Son datos del campo gravitatorio, que indican que la Luna tiene un núcleo pequeño, lo que apoya la teoría de que se desgajó de la Tierra después de que en ésta se hubiera formado el núcleo metálico, pero todavía en los primeros tiempos, hace unos 4.500 millones de años, cuando el sistema solar estaba plagado de cuerpos que chocaban unos con otros.El material eyectado tras el impacto fue así pobre en hierro y dio lugar a un cuerpo celeste con un núcleo que sólo representa el 4% de su masa, frente al 30% en la Tierra.

Análisis preliminar

Sin embargo, el análisis es preliminar. "Serán precisos nuevos análisis para poder estimar el tamaño exacto del núcleo y las cantidades de elementos como oro, platino e iridio en las rocas lunares", dijo en Houston Alan Binder, investigador jefe del proyecto, según informa la NASA. "Esto contribuirá en gran medida a dilucidar de una vez por todas si el modelo del impacto gigante para la formación de la Luna es correcto o si la Luna se formó de manera diferente".

Los resultados de las medidas de la gravedad lunar indican que el radio del núcleo lunar está entre los 220 y los 450 kilómetros. Otras medidas, del campo magnético, indican un intervalo para el radio de entre 300 y 425 kilómetros.

Además de estos resultados, la pequeña nave lanzada a principios del año pasado está proporcionando datos interesantes, según los científicos, sobre la composición de la corteza lunar. El espectrómetro de que va dotada la nave puede identificar diversos elementos, como el uranio, el torio, el potasio, el oxígeno y el silicio. Se ha cartografiado, por ejemplo, la existencia de torio en la corteza con una resolución de sólo 60 kilómetros. Su distribución hace pensar a los expertos que el torio ha sido dejado al descubierto por el impacto de meteoritos y no es fruto de actividad volcánica.

En cuanto al campo magnético, muy pequeño e irregular en la Luna, se ha encontrado una anomalía localizada en la corteza en la zona sur de la cara oculta, que se corresponde aproximadamente con grandes mares resultantes de fuertes impactos en la cara visible, lo que confirmaría la teoría del magnetismo adquirido.

Otros científicos de la NASA van a presentar en Houston nuevos análisis de meteoritos marcianos para reforzar su hipótesis de que existió vida microscópica en Marte hace miles de millones de años, una hipótesis que no es bien aceptada por gran parte de los especialistas.