El Ballet Ruso como inspiración

La efervescencia creativa de la Rusia de los años veinte está presente como inspiración en estos desfiles por partida doble en los dos baluartes gallegos de la asociación. Si para Antonio Pernas es Malévich, Lissitzky y los constructivistas rusos (una idea de linealidad que se puede percibir incluso en el refinado interiorismo de sus tiendas) con su rigor colorista y de líneas geometrizantes, para Roberto Verino son los Ballets Rusos de Serguei de Diaghilev y sus temporadas parisienses en esos mismos años lo que le han servido de fuente estética.Para ello, Verino resucita la sensualidad de los figurines escénicos de Leon Baskt o Natalia Gontcharova, y acude a un eclecticismo material que socializa los tejidos en su uso, mezclando los más nobles con otros que aparentemente no lo son tanto. Así, lo sport se relaciona con lo más rico, pero no hay nada de ostentosidad en ello. Verino afirma: "Es buscar una fórmula de satisfacción personal en la prenda, buscar la apariencia cálida en la mezcla audaz. Uso de nuevo pieles como el visón y el pelo de conejo, que estaban un poco en desuso, y vuelvo a ponerlas en valor respetando siempre, por supuesto, todo fondo ecológico". El modista orensano concluye: "Es ir a vestirse de verdad, no de apariencia". Para acentuar esta cercanía con el ballet, Verino, que junto a Lomba serán los únicos que esta vez presenten desfiles mixtos, trae a la bailarina española Tamara Rojo, actualmente estrella principal del English National Ballet. Y aún habrá otro brillante bailarín de ballet sobre la pasarela de Modesto Lomba: Patrick de Banna (actualmente una de las figuras de la Compañía Nacional de Danza), que ya en otras ocasiones ha desfilado con la ropa de esta firma.