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La OMC condena las sanciones de EEUU en la guerra del plátano

Los 134 miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) condenaron ayer casi unánimemente a EEUU por las sanciones comerciales contra la Unión Europea. Estados Unidos, sin embargo, no dio ni señales de retirar esta medida de represalia. No obstante, los miembros de la OMC acusaron a EEUU y la UE de utilizar la OMC para ventilar su conflicto.

Los países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) condenaron ayer casi unánimemente a Estados Unidos por sus sanciones aduaneras contra la Unión Europea en el llamado conflicto del plátano.Pero el Consejo General, el órgano de gobierno de la organización, compuesto por sus 134 países miembros, reunido para analizar las sanciones, no tiene poder para anularlas, y Estados Unidos no dio ninguna indicación de que las vaya a retirar. Prácticamente todos los países que intervinieron en el debate acusaron a Estados Unidos de actuar unilateralmente y de violar las reglas de la OMC que especifican que un país no puede retirar las concesiones aduaneras a otro mientras espera el veredicto de una comisión de arbitraje.

Pero Estados Unidos, que aceptó "no haber podido respetar las reglas" debido al inesperado retraso en el veredicto de esta comisión, acusó a su vez a la Unión Europea de ser la que viola la ley al retrasar sistemáticamente la modificación de sus normas sobre importación de plátanos.

La Unión Europea pidió la semana pasada esta reunión urgente del Consejo General para protestar por la decisión estadounidense de pedir a los importadores de determinados productos europeos que efectúen depósitos aduaneros equivalentes al 100% de los derechos arancelarios que se les impondrán si se declara ilegal la conducta europea. Las "sanciones retroactivas" han ocasionado ya la suspensión de exportaciones europeas de varios productos, que van desde los jerséis de cachemir escoceses hasta queso italiano, pasando por artículos de piel, galletas y tejidos procedentes de España.

Pero ante la impotencia a la hora de defender a sus exportadores, la Unión Europea no pudo hacer otra cosa que contestar a estas medidas de presión estadounidenses con las acusaciones más duras contra un país miembro escuchadas en la OMC en sus tres años y medio de vida.

Uno contra todos

Roderick Abbot, el embajador de la UE, acusó a Washington de declarar la guerra a todos y cada uno de los miembros de la OMC que según su criterio particular no acaten las resoluciones de la organización. "Estados Unidos ha demostrado que quiere aplicar sus derechos, pero no necesariamente respetar sus obligaciones. Esto no es aceptable en un sistema basado en reglas", dijo Abbot. El embajador se refería a la pretensión estadounidense de que se acoge a una regla de la OMC que le permite imponer sanciones si un país no cumple sus compromisos legales con la organización.Al margen del retraso y las posibles maniobras de distracción de la UE, el centro del problema es que Estados Unidos aún no ha recibido autorización para tomar represalias. El representante europeo dijo que la acción estadounidense es "injustificada, al margen de las normas, ilegal e inaceptable", y agregó que Washington desafía las normas y procedimientos de la organización "en total desconsideración de sus obligaciones fundamentales".

Los Gobiernos representados en la OMC condenaron a Estados Unidos por sus sanciones, pero no tuvieron ninguna palabra grata para el otro de los dos gigantes comerciales. Según dijo la representación de Venezuela, ambas potencias "están utilizando la OMC", y otros países dijeron que deberían discutir sus conflictos de forma bilateral en lugar de convocar reuniones urgentes de la organización, que tiene otros muchos conflictos de interés más general que tratar.

Muchos países no entienden que las multinacionales estadounidenses quieran aumentar su actual participación del mercado europeo, que ahora es del 65%, a costa de productores pequeños del Caribe, África y el Pacífico, que tienen una participación mínima. Y los exportadores latinoamericanos están cansados de un sistema laberíntico de cupos y licencias que encarece sus exportaciones y sólo beneficia a intermediarios que trafican con licencias.

El secretario general de la Commonwealth, Emeka Anyakou, también atacó a Estados Unidos por no cumplir las normas de la OMC, pero al mismo tiempo hizo un llamamiento para que este conflicto se resuelva lo antes posible, porque "para muchos países caribeños las exportaciones de plátano representan el 70% del total de su comercio exterior. Y aunque han hecho muchos esfuerzos para diversificar sus economías, todavía es pronto para lograr depender menos del comercio del plátano".

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