Los distribuidores de cine rehúsan ir a una reunión con Trias y Pujals
Los distribuidores cinematográficos rehusaron asistir a la reunión que los exhibidores catalanes mantuvieron ayer con los consejeros de la Presidencia y Cultura, Xavier Trias y Joan Maria Pujals, respectivamente. Los empresarios de las salas de cine, promotores del encuentro, habían pedido a los representantes de las multinacionales estadounidenses que se sumaran a él, pero éstos rechazaron la invitación. Los exhibidores expusieron a los dos miembros del Gobierno catalán su preocupación por los perjuicios que, están convencidos, supondrá para su gremio la aplicación del decreto de doblaje al catalán.
Ante la inmediata entrada en vigor del citado decreto, el próximo 17 de marzo, los exhibidores consideran "urgente" que se clarifique su futuro. Por eso, pidieron la reunión con Trias y Pujals. Estos empresarios se consideran las víctimas de un conflicto que enfrenta al Gobierno de la Generalitat con la industria de Hollywood. Y así se lo hicieron saber ayer a los dos consejeros. La situación en la que se encuentra este gremio es la siguiente: por un lado, la norma autonómica les obliga a exhibir el 25% de los filmes en lengua catalana, lo que no podrán cumplir si las multinacionales no les suministran las copias suficientes para cubrir el cupo. Y, por el otro, las grandes distribuidoras todavía no les han comunicado oficialmente qué piensan hacer en cuanto al cumplimiento del decreto, aunque la semana pasada se comprometieron a informarles en breve de su decisión. Por ahora, se han limitado a exponerles algunas posibles actuaciones, sin concretar ninguna de ellas. Las multinacionales, que tienen como política general respetar las leyes, podrían, por ejemplo, según han hecho saber a los exhibidores, distribuir como máximo 18 copias de las películas con el objetivo de sortear el decreto, ya que éste obliga en un primer tramo a doblar al catalán únicamente los filmes que superen dicha cifra. Para cubrir la cuota del 25% de producciones en catalán a la que están obligados, doblarían antes de expirar el plazo de un año que establece el decreto películas poco interesantes comercialmente, cuyo fracaso de taquilla no quebrantaría demasiado su negocio. La eventualidad de que las multinacionales suministren 18 copias de los filmes más taquilleros preocupa particularmente a los exhibidores de comarcas. Éstos están seguros de que recibirían la copia del filme "cuando en Barcelona ya estuviera gastada", comentaron fuentes de los empresarios. Las distribuidoras también han llegado a plantearse la posibilidad de no estrenar cine doblado en Cataluña, sino sólo subtitulado. Eso sí, en catalán y castellano. E incluso suministrar filmes en versión original. Los exhibidores trasladaron a Trias y Pujals todos estos extremos. Si la aplicación del decreto les obliga a cerrar salas, los exhibidores podrían pedir un resarcimiento económico al Gobierno catalán por responsabilidad patrimonial de la Administración al mantener un decreto que les perjudica y ha sido suspendido parcialmente por los tribunales.
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