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La Consejería de Sanidad lanza un millón de folletos para combatir la anorexia

La Consejería de Sanidad va a poner freno al avance de los trastornos alimentarios. Se desconoce la incidencia real de enfermedades como la anorexia y la bulimia en la región, pero un estudio de Salud Pública revela que esas dolencias angustian a padres y adolescentes. Para descubrirlas y luchar contra ellas, la Comunidad lanzará en marzo un millón de folletos dirigidos a los padres. La campaña costará 30 millones de pesetas y se extenderá en abril a los colegios.

"La clave de la anorexia es el nudo que los adolescentes tienen con su cuerpo. Un cuerpo que va cambiando y rechazan". Así define Ramón Aguirre, de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, una enfermedad que amenaza cada vez más a las nuevas generaciones. Para intentar acotarla, la Dirección General de Salud Pública está elaborando un estudio desde octubre pasado con entrevistas a grupos de adolescentes (divididos en tres segmentos de edad), madres y padres. Unos testimonios necesarios para hacer un retrato del conocimiento de la población sobre los trastornos alimentarios. Ese trabajo se está ampliando con un estudio cuantitativo para evaluar la incidencia real de esas dolencias en la región."Se habla de una prevalencia de 20 a 30 de cada 1.000 jóvenes, pero son hipótesis epidemiológicas que no se han demostrado. Hasta ahora nadie ha presentado un estudio sobre una población de cinco millones de habitantes", afirman en Sanidad.

Las cifras muestran que en los últimos diez años se han triplicado los ingresos hospitalarios por anorexia y bulimia. De 70 personas atendidas en 1986 se pasó a 230 en 1996. "De los datos que llevamos recogidos no parece que haya muchos casos. Más que casos reales, hay preocupación; angustia en los padres ante la posibilidad de que sus hijos tengan anorexia. Hay una prevalencia baja de la enfermedad frente a un grado de angustia social alto", apunta el doctor Aguirre.

A su juicio, será el contexto social el que determine que se produzcan más o menos casos de la enfermedad. Para ayudar a descubrirlos, la consejería que dirige Rosa Posada ha editado un millón de folletos que incluyen testimonios de jóvenes y padres y que se distribuirán en marzo.

Esa iniciativa se acompañará de una campaña publicitaria en emisoras de radio, así como otro segundo folleto para profesores. Con una edición de 30.000 ejemplares, el impreso se distribuirá en abril como culminación de una iniciativa que supone un desembolso de 30 millones.

De momento, los técnicos de la Dirección General de Salud Pública han visto que el conocimiento de la población sobre los llamados trastornos de la alimentación es muy amplio.

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Desbordados

"La gente sabe bastante sobre la anorexia y la define claramente como un trastorno psicológico. La clave está en el nudo que los adolescentes tienen con su cuerpo", reitera Aguirre. Para desatarlo, o mejor, para que no se forme, aboga por el diálogo con los hijos, pero teniendo claro que "los padres no son amigos. Tienen que marcar claramente los límites". "Los padres se sienten desbordados tanto por los cambios en pautas de autoridad en el ámbito familiar como por la cultura de la delgadez como norma de la construcción de la identidad corporal entre las jóvenes", resume Aguirre.

Así, en los testimonios recogidos, las madres critican que las tiendas de ropa para jóvenes no ofrezcan todo tipo de tallas: "Ése es un hecho muy significativo que no sé cómo no lo entienden los establecimientos. Los chicos se ven desubicados al no encontrar ropa en las secciones para ellos". Un alto porcentaje no encuentran su lugar en esas plantas con música más alegre y les gustaría no tener que ir a la sección de adultos para vestirse. Faltan de tres a cuatro tallas para que la gente no tuviera esa queja. Hay que tener en cuenta que no todos los jóvenes son delgadísimos. Muchos hacen deporte y desarrollan masa muscular. "Esa queja sobre la ropa es una de las que tienen más fuerza en el discurso, pero distinguen claramente entre la imagen de las modelos, que admiten como delgadas, y la oferta que deben tener las tiendas para la población general", concluyen en Sanidad.

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