La guerrilla colombiana libera a una española secuestrada junto a su marido cerca de Medellín
Los españoles Santiago Cabañas, de 46 años, y Pilar Rojo, su esposa, de 36, llegaron a Medellín el 18 de enero para adoptar un niño y se encontraron con la experiencia del secuestro. Anoche, Santiago seguía suestrado, presuntamente por un comando de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), las mismas que se sospecha secuestraron el jueves a otros dos españoles, y que ayer mismo soltaron a Pilar, según confirmó la embajada española en Bogotá. El matrimonio había viajado a Colombia para realizar su sueño: adoptar un niño colombiano. El sueño quedó aplazado el domingo cuando se convirtieron en dos víctimas más del secuestro en este país, campeón en este tipo de delito.
La liberación de Pilar Rojo se produjo a unos 400 kilómetros al noereste de Bogotá y al parecer los captores tomaron la decisión por problemas en la salud de la secuestrada.El secuestro del matrimonio se produjo el pasado domingo, mientras esperaba al lunes para concretar los últimos trámites de adopción ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Santiago y Pilar decidieron conocer la población de Sonsón donde nació el que va a ser su hijo. En el camino, al noroeste de Medellín, en el departamento (provincia) de Antioquia, cayeron en una pesca milagrosa, como se llama la modalidad de secuestro implantada por la guerrilla: un control en carretera y se acabó.
Se cree que la pareja fue capturada por el Frente 47 de las FARC, el mismo que secuestró a finales del año pasado a Camino Villanueva. La cooperante navarra fue liberada en enero, al poco de que el día 7 el presidente Andrés Pastrana comenzara las negociaciones de paz con ese grupo guerrillero.
Santiago y Pilar no son los únicos españoles secuestrados en los últimos días en este país. Marcos Gallego, de 51 años, casado y residente en Córdoba, y José Luis García de 34 años, soltero y vecino de Madrid, dos expertos en instalación de equipos de comunicaciones, al servicio de Tedelsa, empresa colombiana de telefonía rural, fueron capturados el pasado jueves. En el caso de los técnicos, cinco personas fuertemente armadas -aún no se sabe con certeza si guerrilleros o delincuentes comunes, porque nadie ha reivindicado la acción- llegaron a lo alto del cerro donde la cuadrilla de Tedelsa (los dos españoles, cuatro colombianos y un argelino) instalaba una antena repetidora, y se llevaron a los trabajadores.
El hecho ocurrió en el área rural de Supía, departamento de Caldas en el eje cafetero, a escasos kilómetros de donde el domingo fue secuestrado el matrimonio burgalés.
El por qué de que la guerrilla realice, aparentemente con tanta facilidad, sus pescas milagrosas es una pregunta que se hacen a diario los colombianos sin encontrar respuesta satisfactoria. "No podemos vigilar cada vereda, cada zona del departamento" declaró a una emisora de radio Alberto Builes, gobernador de Antioquia, provincia donde fueron capturados Santiago y Pilar, y una de las más afectadas por este delito. El gobernador reconoce que hay zonas apartadas y otras cercanas a la capital Medellín donde es grande la influencia de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el otro gran grupo guerrillero.
La industria del secuestro es cada vez más dinámica. La Fundación País Libre reveló que en l998 se dieron 523 casos más que en el año anterior. Sólo en el pasado mes de enero fueron secuestradas 165 personas, según esta ONG. Las cifras oficiales son más bajas: 93 secuestros hasta el l0 de febrero. La Oficina de Información Diplomática española no cree necesario emitir un comunicado sobre este fenómeno, pero recomienda a los viajeros prudencia en los movimientos y que eviten siempre las zonas conflictivas.
En el 62% de los casos, los secuestradores pertenecen a la guerrilla. Según Juán Francisco Mesa, abogado de País Libre, el panorama para este año "se ve muy oscuro" por el recrudecimiento del conflicto armado.
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