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Los comerciantes anuncian una campaña contra las compras con tarjetas de crédito

Vicente G. Olaya

Las altas comisiones que los bancos cobran a los comerciantes cada vez que los clientes compran con una tarjeta de crédito (entre un 2% y un 6%) ha provocado la reacción airada del colectivo. Salvador Bellido, vicepresidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Copyme), anuncia que su asociación emprenderá una campaña por todos los comercios de Madrid, donde se reclamará a los consumidores que no compren con tarjetas de crédito, sino con dinero en metálico. En compensación, los comerciantes ofrecerán un descuento, de entre el 2% y 6%, en cada venta. Ese porcentaje coincidirá con la comisión que los bancos cobran a los empresarios por cada operación.

Bellido asegura que se ha tomado esta decisión ante la "usura" de los bancos, "que cobran unas comisiones en las compras con tarjeta electrónica superior al interés bancario actual". Y explica: "Si el interés bancario está al 3,5% anual, ¿cómo es posible que nos cobren hasta un 6% en una simple venta de un día? Además, el dinero no se lo adelantan al comerciante, sino que lo detraen directamente de la cuenta del cliente y lo ingresan en sus bancos. Ni un solo gasto".Y continúa: "Los intereses que se nos cobra son astrónomicos, y con la llegada del euro las ventas con este tipo de tarjetas de plástico van a ser completamente masivas. No hay derecho a que el comerciante, que corre con todos los riesgos, tenga además que pagar la operación electrónica que beneficia al banco. Hasta la llamada de teléfono va a nuestro cargo".

Bellido anuncia que la Copyme ha denunciado esta situación en el Tribunal de la Competencia y que el PSOE llevará el asunto al Congreso. "No es razonable además que tengamos que pagar dos veces el IVA. Una por la venta del producto y otra por la transacción electrónica, que también incluye este impuesto", señala.

El vicepresidente de la Copyme se queja también de que las entidades bancarias no cobren a todos los negocios el mismo tipo de comisión. "Mientras que las comisiones que nos imponen a las pequeñas y medianas empresas son enormes, a las grandes superficies se las dejan entre el 0,25% y el 0,5%, e incluso se las eliminan".

Desde Visa, una de las principales empresas dedicadas a la emisión de este tipo de tarjetas de crédito, se negaron estas afirmaciones. Se recordó que un informe del Banco de España señala que el tipo de comisión medio que se cobra es del 2%, "por debajo de Alemania [2,1%] o Italia [2,8%]". Visa reconoce, no obstante, que a determinados servicios, los masajes por ejemplo, se les cobra un 6% de comisión.

"Si alguien quiere ese tipo de servicios, los tiene que pagar", dice un portavoz de Visa, quien añade que la eliminación de este tipo de comisiones a los comerciantes influiría "muy negativamente" en las ventas. "Si esta comisión la pagasen los compradores, la gente terminaría abandonando los pequeños y medianos negocios y se marcharía a las grandes superficies, que cuentan con tarjetas propias y que no llevan comisión", señaló. El portavoz de esta entidad reconoció además que el número de transacciones económicas realizadas con dinero de plástico "cada vez es mayor", y puso como ejemplo que las ventas con tarjetas de crédito crecieron entre 1997 y 1998 un 26%.

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Por su parte, fuentes bancarias recordaron que el cobro de las comisiones por la utilización de tarjetas de plástico es "imposible de eliminar", y dieron las siguientes razones: "El TPV [aparato lector de tarjetas] y su instalación corren a cargo del banco. Además, detrás de cada conexión telefónica existen al menos otras tres conexiones más [entre ordenadores bancarios] que también son pagadas por las entidades. El porcentaje que se cobra en cada caso es pactado entre el banco y el comerciante. El empresario es libre para aceptar o no el acuerdo. Es el Banco de España el que establece las comisiones, no los bancos".

Desde el sector bancario se insistió en que "el comerciante siempre cobra, con independencia de que la firma del comprador haya sido falsificada o que la tarjeta provenga de un robo. A esto hay que añadir que, en el caso de la devolución del producto, hay que repetir todas las operaciones electrónicas, pero en sentido inverso. El banco es, de nuevo, el que corre con los gastos".

Economía quiere un pacto

Por su parte, el consejero de Economía, Luis Blázquez, reconoció que las comisiones impuestas, si se tiene en cuenta el tipo de interés bancario existente, le parecían algo "exageradas".

"Pero no se puede hablar con ligereza, porque hay que calcular los gastos de mantenimiento y puesta en marcha de un servicio tan útil como la venta con tarjetas de crédito", señaló el consejero. No obstante, Blázquez -que llegó a la vida pública procedente de un cargo directivo de una entidad bancaria- se mostró favorable a un pacto entre todas las partes afectadas.

El vicepresidente de la Copyme replicó que han intentado llegar muchas veces a acuerdos con los bancos, "pero siempre ha sido imposible".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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