Piqué anima a los empresarios españoles a invertir en el extranjero

VIENE DE LA PÁGINA 1 "España se ha convertido en un exportador neto de capitales", aseguró el ministro, "y paralelamente seguimos siendo un importantísimo centro de recepción de inversión extranjera". Ambas realidades no son incompatibles, aunque Piqué señaló que los países más prósperos son aquellos que invierten en el exterior, porque de esa forma mejoran en competitividad. Aunque la transformación experimentada por la economía española desde el Plan de Estabilización de 1959 ha sido profunda, la distancia con los niveles de bienestar de los vecinos europeos todavía es grande. Con esta premisa asumida, Piqué señaló que la globalización es un "juego" de suma positiva, "aunque el resultado de cada país dependerá de su capacidad de diseñar políticas acertadas, ya que si no se juega bien, determinados jugadores pueden perder". Para el ministro de Industria la clave radica en apostar por la estabilidad macroeconómica, la flexibilidad de los mercados, la liberalización del mercado de trabajo, y el fomento de la investigación y el desarrollo. En este último punto España parte en situación de clara desventaja frente a sus socios europeos, Estados Unidos y Japón, que duplican y hasta triplican las inversiones en programas de investigación. Piqué aseguró a este respecto que la importación de tecnología, práctica habitual en la industria española, ha sido hasta ahora una solución "barata y rápida", pero advirtió que los empresarios deben cambiar el enfoque. "Hay que ser más activos y agresivos, porque la tecnología es conocimiento y riqueza, y debemos incentivar y primar el esfuerzo por la innovación y la asunción de riesgos". "El desafío no debe asustarnos, porque vivimos un momento excitante", concluyó. Salario mínimo Mientras, el profesor James Mirrlees expuso su propuesta para combatir el desempleo, basada en la abolición de toda legislación referente a salarios mínimos y el reparto de subsidios a los empleadores para incrementar los contratos. El afamado economista arrancó con una obviedad: "El paro es malo y debe ser reducido". En su opinión, tal cosa es posible con la implicación directa de trabajadores, empresarios y administración pública. La propuesta, recibida con aplausos, consistiría en eliminar el concepto de salario mínimo para flexibilizar el mercado y favorecer las contrataciones, que a su vez estarían subvencionadas por el Estado a través de subsidios que recibirían los empresarios. El ciclo se completaría con un nuevo sistema general de ingresos mínimos, que tributarían, de forma que las ayudas gubernamentales retornarían a las arcas públicas a través de los impuestos que pagarían todos los trabajadores. El Nobel de Economía cifró en un 5% de la población activa el nivel óptimo de desempleo, superado por todos los países de Europa. Según Mirrlees, su propuesta serviría para incentivar las contrataciones. En el acto inaugural también intervino el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, para quien la globalización trasciende el análisis estrictamente económico y abarca a otros muchos aspectos, como el medio ambiente, la cultura, la investigación o los procesos migratorios. El paso del intervencionismo a la liberalización de los mercados, y con él la imparable trayectoria de la globalización, marcarán el futuro, según Zaplana, que ve en Internet unas posibilidades "inmensas" de información, a través de la cual se perciben ya múltiples posibilidades de negocio.