Las estadísticas del ministro

Rafael Arias-Salgado mareó ayer a los diputados con una catarata de números para apoyar sus explicaciones. Por ejemplo, recordó que el 62% de los usuarios del aeropuerto es español, el 34% vive en Madrid y el 56% utiliza el taxi como medio de transporte para llegar al aeropuerto.Barajas, según los datos ministeriales, ocupa el séptimo lugar entre los aeropuertos europeos en número de viajeros. Una lista que encabeza el londinense de Heathrow (57 millones de pasajeros), seguido de Francfort (40 millones) y del parisiense Charles de Gaulle (35). Pero Barajas, dado el crecimiento que sufre desde hace 10 años -cercano al 8,8%- está a punto de pasar a un sexto lugar, por encima de Roma, que en 1998 tuvo 25 millones de pasajeros. Barajas superará este año los 26 millones de visitantes.

Por ello, la idea de Fomento es convertir Barajas en un aeropuerto hub (aeródromo utilizado por las compañías como enlace entre destinos). De tal manera que los aviones paren, dejen sus pasajeros y éstos pasen a otros vuelos. Actualmente, el aeropuerto madrileño cumple esta función sólo cuando se trata de vuelos hacia Chile o Perú. De hecho, el 100% de las operaciones que se llevan a cabo en Europa con estos países pasa por Barajas. Con el resto de países, los porcentajes son mucho menores.

Por eso, Fomento quiere mejores cifras con el resto de naciones. El proyecto es que "Madrid se convierta en un nudo de unión".

Arias-Salgado utilizó durante su comparecencia en el Congreso diapositivas para explicar sus proyectos, lo que el socialista José Segura denominó como "producciones Arias".

En estas proyecciones se destacaba que para construir el futuro aeropuerto de Campo Real se necesitarán 15 años de trabajos continuados. "Nadie ha podido demostrar que se pueda levantar un aeropuerto en menor tiempo", señaló Arias-Salgado.

Y proyectó una diapositiva donde se leía que construir el nuevo aeropuerto de Múnich había costado 28 años; el de Berlín, 16; y el de Hong Kong, 9. De Madrid se decía que se iban a tardar 11 años en levantar la tercera pista y la terminal. "Bueno, eso dicen", se quejó de sus propios datos el ministro, "porque la verdad es que sólo tardamos 24 meses en construir la tercera pista".

Los diputados de la oposición escuchaban, algo desorientados, las explicaciones numéricas del responsable de Fomento. La única réplica a tanto guarismo se produjo cuando el ministro señaló que el número de ayuntamientos afectados por la ampliación de Barajas era de "cinco o seis".

Inés Sabanés, diputada de Izquierda Unida, no lo admitió. A pesar de que Arias-Salgado tenía papeles de todo tipo, Sabanés se mantuvo firme: para ella eran 17 las localidades afectadas por el ruido. El ministro lo negó y dejó caer que estaría dispuesto a contratar expertos internacionales que certificasen sus afirmaciones.