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Fomento desviará el río Jarama un kilómetro para evitar que la niebla cubra la cuarta pista

Vicente G. Olaya

La ampliación del aeropuerto de Barajas obliga a mover cada vez más elementos urbanísticos y naturales. Si Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) anunció hace escasas fechas que el barrio de la Estación de Coslada y el circuito del Jarama tendrían que ser trasladados como consecuencia del crecimiento aeroportuario, ayer, el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, reveló que habrá que modificar un kilómetro del cauce del río Jarama para hacer hueco a la cuarta pista. Aeropuertos Españoles detalló que el río atrae la niebla y reduce la operatividad del aeropuerto.

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Arias-Salgado, durante su comparecencia en la Comisión de Infraestructuras del Congreso, reconoció que la cuarta pista (aún no construida) invadiría el cauce del río Jarama. Por ello, Fomento pretende "reencauzar" y recuperar el cauce antiguo del río, que fue abandonado hace décadas a causa de la instalación de una gravera.El nuevo cauce discurriría ahora atrapado entre una escollera y con taludes replantados con vegetación autóctona. Lo mismo les pasaría a dos arroyos, el de La Vega y Valdebebas, afluentes del Jarama, que serán entubados, ya que atraviesan también las dos pistas.

Un portavoz de AENA explicó ayer que esta cuarta pista se podía haber levantado directamente sobre el río, pero que esta opción se eliminó porque "lo mejor es alejar el río, ya que atrae la niebla, y ésta reduce la operatividad del aeropuerto".

Parque lineal

En compensación por este desvío, Fomento está dispuesto a construir un parque lineal de ocho kilómetros de longitud. Este parque, que se alzaría a ambos lados del Jarama, costaría unos 700 millones de pesetas e incluiría una importante reforestación con pinos y vegetación de ribera, áreas recreativas y otras de interés faunístico.

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El grupo Ecologistas en Acción calificó ayer el desvío del Jarama de "barbaridad ambiental". Y explicó: "El ministro confunde un río con un canal de agua inanimado. Un río es una confluencia de ecosistemas acuáticos y de bosques de ribera. Modificar el Jarama para ampliar Barajas es una salvajada. Y da igual que el cauce pasase por allí hace cuatro décadas como si pasó durante la última glaciación".

Ecologistas en Acción considera además que el río, a la altura de Paracuellos, "está en buena situación y modificar su cauce sería acabar con él". Y añade: "Además, los ríos tienen la mala costumbre de volver siempre a su cauce. No vamos a poner tristes ejemplos. Lo que sí hacemos es anunciar que haremos todo lo posible para evitar algo tan intolerable como es desviar un río para ampliar un aeropuerto".

Durante su intervención parlamentaria, Rafael Arias-Salgado insistió ayer en la necesidad de ampliar Barajas "hasta el límite": cuatro pistas. Estas obras tendrán un coste cercano a los 280.000 millones de pesetas.

Con esta nueva configuración, Barajas podrá alcanzar un techo de 70 millones de pasajeros atendidos al año entre el 2020 y el 2025. A partir de ese momento, el aeropuerto habría llegado a su límite. Será la ocasión de cerrarlo e inaugurar el de Campo Real, que contará con "seis u ocho pistas", según anunció ayer Arias-Salgado.

El ministro afirmó que no ampliar Barajas supondría la pérdida de 65.000 empleos y 2,5 billones de pesetas de producto interior bruto. "No aumentar la capacidad de Barajas es ir directamente hacia el suicidio colectivo", destacó. Y puso como ejemplo que gran número de países europeos, ante el aumento de la demanda que se avecina, han decidido aumentar sus respectivos aeropuertos.

A la oposición parlamentaria, las explicaciones de Arias-Salgado no le parecieron suficientes. La diputada socialista Dolores García-Hierro recordó que antes de acometer un proyecto de ampliación es necesario elaborar una segunda declaración de impacto ambiental. Agregó que los ruidos generados por la ampliación perjudican "gravemente a 17 municipios, que se ven afectados por un nivel de ruido insoportable". Añadió que al ministro "no le preocupa el impacto medioambiental" de las obras. Puso como ejemplo que se ha puesto en marcha un plan para insonorizar las viviendas de las cercanías sin haberse acabado aún la huella sonora (mapa que delimita qué zonas soportarán más de 65 decibelios por las mañanas y 55 por las noches).

Por su parte, el también diputado socialista José Segura destacó que la ampliación de Barajas viola, al menos, tres directivas de la Unión Europea sobre protección medioambiental.

La diputada de IU Inés Sabanés rechazó también las explicaciones de Arias-Salgado. Le acusó de haberse dirigido a los diputados "como si fuera un promotor inmobiliario, en vez de un ministro". Y aseguró que sus planes sólo beneficiarán a las "grandes constructoras".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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