_
_
_
_

Cumbre de los grandes "señores" del arte

Los comisarios y críticos más influyentes del momento revelan sus proyectos en la feria

Mientras la avalancha de público se agolpa en los pabellones de las galerías y la sobreabundancia de imágenes desborda cualquier capacidad de análisis, un reducido grupo de personas intenta reflexionar sobre el arte actual desde perspectivas sociales, geográficas, económicas y, naturalmente, culturales. Es en el subterráneo, junto al auditorio del recinto ferial madrileño, dentro del programa de las mesas de debate que se celebran paralelamente a Arco. Participan, como suele ser habitual, algunos de los más influyentes e importantes comisarios independientes, críticos, conservadores y directores de museos de todo el mundo.Pero este año, sin duda, el protagonismo y la principal expectación han recaído en dos personas que en los próximos años tendrán en sus manos las manifestaciones artísticas más importantes de Europa, lo que en el terreno del arte es casi como decir del mundo. Uno es un veterano, Harald Szeenmann, comisario independiente suizo que organizará las próximas dos ediciones de la Bienal de Venecia, la que cerrará el siglo en 1999 y la que lo inaugurará en el 2001. El otro es relativamente nuevo en este mundo, se trata del nigeriano Okwui Enwezor, poeta y comisario independiente que será el responsable, entre junio y septiembre del 2002, de la undécima edición de la Documenta de Kassel, una manifestación artística que ha venido marcando históricamente, para bien y para mal, el debate artístico occidental.

Más información
Las bienales periféricas ganan terreno
La feria compra fuera, y las instituciones, dentro

La Bienal de Venecia es la más veterana de este tipo de acontecimientos, y Szeemann -que dirigió en 1972 la Documenta V- ya fue uno de sus responsables en 1980, año en que se creó el Aperto, una exposición abierta a los jóvenes artistas que en 1995 suprimió Jean Clair cuando dirigió la bienal del centenario. Szeemann no se ha limitado a restaurarlo, ha titulado toda la bienal D"AperTutto, es decir, abierto para todos.

"He decidido borrar la distinción entre el aperto y el no aperto. Sean cuales sean los artistas elegidos, tienen que estar todos al mismo nivel, tanto si son jóvenes como consagrados, europeos o asiáticos", afirma Szeenmann. "Tampoco habrá un tema o una idea que lo unifique todo, porque me parece que son limitaciones. El concepto con el que trabajamos es el de crear campos de energía, y esto es algo que puedes decir, pero que después es difícil de materializar en una exposición. Será posible porque vamos a extender la bienal espacialmente, ocupando otros edificios que en algunos casos aún no estarán reformados y sólo podrán visitarse desde el exterior. También busco artistas que puedan presentar un trabajo en este tipo de espacios en los que el espectador no puede transitar. Esto era algo imposible hace veinte años, pero ahora muchos jóvenes realizan trabajos que lo permiten".

En abril, Szeemann presentará la primera lista de seleccionados, entre 100 y 120 artistas, en función de que puedan ocupar los espacios. De momento, adelanta que entre los elegidos figura el español Antoni Abad. Szeemann se encarga de las exposiciones principales de la bienal, pero los pabellones nacionales se mantienen cada uno con el comisario elegido en sus respectivos países. El de España es el crítico David Pères que ha seleccionado al pintor Manolo Valdés y a la veterana artista conceptual Ester Ferrer.

Pero si la Bienal de Venecia está al caer, en junio de este año la Documenta XI, quinquenal, tiene aún varios años para cerrar su programa. Okwui Enwezor, que reside desde hace 17 años en Estados Unidos y ganó prestigio internacional al dirigir en 1997 la II Bienal de Johanesburgo, en Suráfrica, afirma que aún es pronto para hablar de conceptos globales.

Si la edición anterior fue la primera que dirigió una mujer, Catherine David, ésta, en una Europa unida por la moneda y con fronteras casi cerradas, será la primera que dirija un crítico africano. "No creo que el hecho de que yo sea africano acabe teniendo un papel importante en la Documenta", afirma Enwezor, quien respecto al debate que enfrenta la reivindicación de la identidad y la demanda de una visión multinacional o transnacional del arte, considera que hay que repensar "las implicaciones que supone el privilegio del sentido de origen".

"De la anterior Documenta me fascinó su rigor intelectual y la precisión de la comisaria", afirma. "Respeto su trabajo, pero la nueva edición no será igual". Sólo adelanta dos líneas de actuación. Por una parte, la posibilidad de extender la Documenta a otras ciudades y tal vez a otros continentes. La otra es la interdisciplinariedad de la creación. "No quiero jugar con categorías estancas, sino que pienso que hay que estar abierto a otras actividades y propuestas. Tampoco es mezclar todo para que se combinen. Se trata de provocar tensiones y contradicciones entre las distintas creaciones, pero no de manera irónica o cínica. No sé si el objetivo es acabar con el cinismo, pero al menos intentaremos cuestionarlo".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_