La fotografía se adueña de las galerías
Los artistas presentan todas las posibilidades de las imágenes como medio de expresión
La fotografía como un medio más de expresión artística aparece en casi todas las galerías de Arco 99, que registra un alto nivel de compras, según las declaraciones de los galeristas. Los coleccionistas no llegan a considerar las fotos en el mismo nivel que la pintura y la escultura, aunque las imágenes ocupan ya los formatos y los montajes de estos medios tradicionales. Las galerías especializadas se sorprenden de la avalancha de artistas que experimentan con las formas, en numerosos casos a partir del ordenador. La tendencia habitual de otras ferias internacionales llega a Arco como una invasión.
"Me sorprende y me alegra este momento de la fotografía. Lo estoy vendiendo todo", declaró ayer la galerista Helga de Alvear. Señala el éxito de la australiana Tracey Moffatt, inédita en España, con una serie de nueve comprada por el director del Museo Ludwig de Viena, Lorand Hegyi, y otra de 25 con destino al museo de Santiago de Compostela. También ha vendido otras piezas de Canogar, Maldonado, Palacín, Valldosera y Thiel, entre 60.000 y el millón de pesetas. "En el extranjero se ha pasado la ola, pero aquí llega con fuerza, al ser un medio más barato que no está demasiado manipulado todavía. Me interesa la obra de soporte fotográfico, no la de autor o de documento. Veo que los jóvenes buscan algo nuevo, y para ello utilizan las nuevas tecnologías", dice Alvear.
En el mismo pabellón siete se han situado otras galerías especializadas. Julio Álvarez presentó a Richard Avedon hace 23 años en su galería Spectrum, de Zaragoza. En los últimos diez años fomenta las últimas tendencias. Su pabellón en Arco contiene obras de Pablo Genovés, Ana Torralva, Dany Leriche, Eduardo Momeñe, Miguel Oriola, Rafael Navarro, Mario de Ayguavives, Antonio Bueno, un muestrario de propuestas con diferentes montajes y un predominio del ordenador.
"Es un fenómeno reciente que ha surgido sin que se lo propusiera Arco, que hace tres años nos convocó para promocionar la fotografía sin llegarse a acuerdos", declara Julio Álvarez. "Hay una generación de alumnos de Bellas Artes que vienen muy preparados en el aspecto técnico y trabajan con más conceptos y sin tanto respeto como en la foto convencional. También coincide con la crisis de la pintura del eclecticismo y del todo vale. El fotógrafo y el pintor estaban obligados antes a dar fe de la realidad. En este camino de investigación, el fotógrafo quiere escapar de la realidad y busca imágenes más fantásticas".
Creación
Para el fotógrafo Rafael Navarro, el arte contemporáneo se abre a la fotografía creativa, no documental. "Es una herramienta, una disciplina más, que sigue las mismas corrientes e influencias de los otros medios; en lugar del pincel se utiliza una cámara, y lo más importante sigue siendo lo que quieres decir. Trabajo en blanco y negro sobre temas conceptuales". El crítico Rafael Doctor ha reunido en los últimos cinco años un centenar de piezas para formar la colección de la Comunidad de Madrid, que tiene en el Canal de Isabel II un lugar dedicado a exposiciones, donde hoy se presenta una colectiva dentro del programa Francia en Arco. Ante fotos de artistas como Eva Lootz, Txomin Badiola y Susana Solano, ilustra la evolución de un lenguaje que se utiliza como un nuevo elemento. "Este año es evidente que este lenguaje se utiliza sin complejos para el creador, pero con ellos, para los coleccionistas, que creen que las fotos tienen menos valor, con un aura menor que el cuadro". Como géneros creativos, Doctor señala que utiliza con fuerza el retrato, el paisaje y temas de la memoria y el cuerpo, que han dominado los últimos diez años.
El galerista Luis Adelantado, de Valencia, asegura que no discrimina entre fotografía o pintura, ya que cuando presenta a un artista busca la obra de arte y no el soporte. En su pabellón conviven diversas tendencias, desde un proyecto de Sophie Calle (dos millones de pesetas), Darío Villalba, Montserrat Soto -recibe mucho interés por los compradores para colecciones-, Marta María Pérez Bravo y Carmen Calvo, que cada vez emplea más imágenes en sus cuadros collages.
Las grandes piezas llaman la atención de los visitantes, como la de Maribel Doménech (Punto), aunque aparecen por todas partes: Almeida, Opie y Anahory (Presenca), Ballester (Espacio Mínimo, Salvador Díaz), Ciuco Rodríguez y Chema Madoz (Ángel Romero), Shirin Neshat (Patrick Painter), Canogar, Skoglund (Yvonamor Palix), García Alix, Barbi, Gonnord (Juana de Aizpuru), Alicia Martín, Miguel Rio Branco (Oliva Arauna), Hofer, Deleporte (Fúcares). El galerista Tomás March, de Valencia, con obras de Concha Prada, Begoña Montalbán e Ian Wallace, destaca las "tentaciones" de los artistas por un medio que da buenos resultados, con riqueza de técnicas.
Pep Benlloch presenta fotos desde hace 17 años en su galería Visor, de Valencia. En Arco tiene en el almacén a Mapplethorpe para destacar a Basilico, Vallhonrat, Ortega, Ruff, Skoglund, Royo. "Es un lenguaje muy propio de nuestro momento cultural. Aquí llega con una década de retraso, con un gran desconocimiento de la técnica, que es una cuestión de formación. Los formatos y los montajes deberían responder a una reflexión del artista en la transmisión de su montaje. La tirada, por ejemplo, es un fenómeno reciente que afecta al mercado, ya que antes no se limitaban a cinco o diez ejemplares. Me fascina la capacidad de los jóvenes por investigar los medios electrónicos". Los precios van desde 25.000 a 1,7 millones de pesetas.
La Fundación Aperture, de Nueva York, dedicada al fomento de la fotografía desde 1952, sede del legado a Paul Strand, busca distribuir sus ediciones en España. El próximo número de la revista está dedicado a 10 fotógrafos españoles que investigan el cuerpo humano (los Vallhonrat, Fontcuberta, Genovés, Vilariño, Madoz, Ribalta, Ortega, Canogar y Gómez Redondo) con tres años de muestra itinerante.
Babelia
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