El comité de expertos alaba los quirófanos de Cruces, pero aconseja "extremar aún más" la seguridad

Un comité de ocho expertos ha aconsejado al Departamento de Sanidad que mejore los dos quirófanos de cirugía cardíaca del Hospital de Cruces, después de que una paciente resultase infectada por el hongo aspergillus en una intervención quirúrgica realizada el 14 de octubre del pasado año. La mujer falleció el pasado martes. El dictamen del comité técnico, formado por profesionales ajenos a Cruces, alaba los sistemas de prevención de la infección por aspergillus establecidos en el centro, pero recomienda al hospital "extremar aún más las medidas de seguridad".

Esta renovación, unida a las inminentes obras en el hospital baracaldés para dotarle con 76 camas para la Unidad de Cuidados Intensivos y otras seis salas de operaciones de máxima seguridad, han llevado a Sanidad a optar por la construcción de dos quirófanos en el Hospital de Galdakao. Estas salas acogerán, de manera temporal, las operaciones de cirugía cardíaca que le corresponden a Cruces. Todo el equipo de cirugía cardiovascular de este centro se trasladará a Galdakao. Sanidad ordenó el cierre cautelar indefinido de ambos quirófanos el 29 de enero ante la amenaza del aspergillus, pese a que los análisis de calidad ambiental y los controles microbiológicos mostraron la ausencia del hongo. Ante la imposibilidad de encontrar el origen de la infección, confió a un comité de expertos independientes la decisión de reabrir las instalaciones. El consejero de Sanidad, Iñaki Azkuna, compareció ayer ante la comisión correspondiente del Parlamento para informar sobre la situación creada por la infección y presentar el dictamen de los expertos. "Los sistemas de prevención de la infección establecidos por el Hospital de Cruces", señala el informe, "son correctos para la actividad quirúrgica de alto riesgo y excepcionalmente buenos en sus aspectos más determinantes". "No obstante", continúa el texto, "ante la experiencia adquirida y con el objeto de extremar aún más las medidas de seguridad, la comisión recomienda hacer hincapié en varios aspectos". Entre otras medidas, el comité aconseja optimizar el sistema de difusión y extracción de aire dentro de la sala para evitar la aparición de turbulencias, asegurar la sobrepresión de forma continua, modificar el sistema de limpieza y desinfección del intercambiador de calor -el aparato donde se descubrió el hongo- y establecer controles biológicos en periodos de actividad quirúrgica. En tres meses Los dos quirófanos de Galdakao estarán en funcionamiento dentro de tres meses. Su coste se cifra en 150 millones. Hasta que estas salas no estén listas, los pacientes que debían operarse en Cruces serán derivados a los hospitales de Valdecilla (Santander), La Paz (Madrid), la Policlínica de Guipúzcoa y Basurto. Según los cálculos de Azkuna, en año y medio los quirófanos de Cruces volverán a estar operativos -una vez que concluyan las obras en otros servicios del hospital- y así Galdakao podrá emplear sus dos nuevos quirófanos para atender su propia demanda. HB fue el único grupo parlamentario ausente en la comisión. Los demás partidos se mostraron conformes con las explicaciones del consejero. Azkuna recordó que Euskadi es una de las comunidades autónomas con niveles más bajos de infecciones hospitalarias. Los centros vascos registran un 5,85%, es decir, que de cada cien pacientes, casi seis sufren algún tipo de contagio, desde los más leves hasta una infección mortal. La media española se sitúa en un 8%, mientras que en la UE oscila entre el 5 y 10%. A esos datos se remitió Azkuna: "La seguridad de nuestros hospitales es la más elevada del Estado y se sitúa en parámetros similares a los de países de un nivel sanitario y tecnológico como Estados Unidos o Alemania". En su intervención, el consejero aclaró que "ahora no hay más infecciones que antes", sólo que en la actualidad "se conoce más su existencia". Y añadió que ningún hospital, "por extremas que sean las medidas preventivas", está exento de padecer estos problemas.