Los constructores temen una fuga de proveedores hacia Madrid

VIENE DE LA PÁGINA 1 El sector de la construcción "es un caso general de la situación general española, si bien un poco más exagerado", afirmó Montero, quien expresó su temor ante el "gran poder de arrastre económico que tendrá el sector. El problema no es sólo que las constructoras se concentren en Madrid sino que las suministradoras, que incluyen a toda la industria, tienen tendencia a ubicarse al lado de los compradores principales". Esto supondría la instalación en Madrid de parte de las pequeñas y medianas empresas de un sector donde este tipo de firmas representan el 95% del total. Montero rechazó que la solución para combatir esta tendencia sea el proteccionismo autonómico, otorgando las obras a firmas locales. En su opinión, lo que hay que hacer es abrir el mercado y romper las prácticas restrictivas para la competencia, fomentando la competencia. El presidente de la confederación catalana de la construcción, Ramon Ferrer, pidió al ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, quien clausuró la jornada, la aplicación de diversas medidas encaminadas a estimular la competencia empresaria y a neutralizar la pérdida de peso de las constructoras catalanas. El ministro, por su parte, aseguró que 1998 ha sido un año excelente y vaticinó que 1999 será un año igual de bueno e incluso mejor, sobre todo en inversiones públicas. Una opinión compartida por el consejero de Política Territorial, Pere Macias, quien inauguró la sesión. Ambos coincidieron en asegurar que el plan de la vivienda será un factor de activación y que las inversiones públicas aumentarán tras los esfuerzos de contención del déficit motivados por el tratado de Maastricht. Macias pidió, además, que el Estado aporte un tercio de la inversión necesaria para las obras de ampliación del Puerto de Barcelona.