Decenas de empresas han trasladado sus sedes de Cataluña a Madrid

En el año 1971, los centros de decisión empresarial estaban repartidos en el conjunto del territorio español. Un cuarto de siglo más tarde, en 1995, se habían concentrado de forma mayoritaria en Madrid. Los datos que dan pie a esta afirmación fueron aportados ayer por el empresario Santiago Montero (Colt España, SA) en el congreso catalán de la pequeña y mediana empresa, que celebró en Barcelona una jornada dedicada al ámbito específico de la construcción. Los datos de Montero son concluyentes. Si se analiza el lugar en el que se sitúa el centro de decisión de las principales empresas, excluyendo las financieras, el resultado es que 82 de las 250 más importantes tenían su núcleo central en Cataluña en 1971; en 1995, esa cifra había caído hasta 50; la referencia a Madrid es radicalmente inversa: 57 estaban en la capital de España en 1971, y en 1995 se habían convertido en 137. Montero aseguró que la concentración se ha producido en detrimento de toda España, pero afectando especialmente a Cataluña y a la cornisa cantábrica. Entre los motivos que explican esta evolución, Montero citó la etapa histórica "introspectiva" vivida en Cataluña en estos años, la falta de pragmatismo político catalán, la transformación de Cataluña en una sociedad "cerrada con tendencia funcionarial", errores catalanes en materia de infraestructuras y potenciación (hoteles, Fira, aeropuerto, tren), además del centralismo español y de la capitalización del crecimiento peninsular por parte de Madrid. Este panorama se reproduce de forma más acentuada en el sector de la construcción, con algunos agravantes, dijo. PASA A LA PÁGINA 4