_
_
_
_
MUJERES

La dificultad de ser señora de Oskar Lafontaine

Christa Müller es experta en finanzas y ha escrito un libro con el ministro alemán de Economía, su marido

Pilar Bonet

Ser economista y opinar en público como tal, siendo al mismo tiempo la esposa del ministro de Hacienda de Alemania, no es tarea sencilla en un país amante del orden, que tiene sus propias instituciones para encauzar los consejos especializados. Esto es lo que está descubriendo Christa Müller, una experta en política económica y mercados financieros que ha escrito un libro sobre los efectos de la globalización con Oskar Lafontaine, y que además esta casada con él. La Hillary alemana, Mullary , Christa I, Rasputinova, son algunos de los motes que le han puesto a Müller, después de que se atreviera a dar consejos al Bundesbank en la televisión. A ella, sin embargo, no le molestan estos apodos. "Me hacen gracia", decía el pasado miércoles en una conversación, mantenida mientras viajamos desde Saarbrücken hasta Wiesbaden. Müller no iba a un cóctel, sino a una seria discusión sobre la conveniencia de un impuesto ecológico. La discusión, en la que participaban también un representante de la industria química y un sindicalista, había sido organizada por los Jusos (Juventudes Socialistas) dentro de la campaña que culmina hoy con las elecciones regionales en Hesse. Antes de salir de casa, enfundada en un traje de chaqueta minifaldero, Müller desaparece fugazmente para dar un beso a Carl Maurice, su hijo de dos años. El hogar familiar -una casa con jardín en un barrio residencial de Saarbrücken- está aún en la capital del Sarre, el land (Estado federado) donde Lafontaine gobernaba antes de incorporarse al Gabinete federal.

Cuando tiene tiempo libre, el ministro quiere estar con su hijo, según Müller. "Para mí es muy importante tener suficiente tiempo para Carl Maurice. Él es lo principal. Y para mi esposo también. A un niño tan pequeño hay que dedicarle tiempo, y esto concierne también al padre, porque después no se puede recuperar".

Müller, de 42 años, ha militado durante casi 20 años en el SPD. Su trayectoria profesional pasó por la Comunidad Europea en Bruselas, el gobierno regional de Hesse, la dirección del SPD y la sección de investigación de la Fundación Friedrich Ebert, donde sigue colaborando. A Lafontaine, de 55 años, lo conoció en el partido. Acabaron casándose, mucho después de que la prensa popular publicara la foto de la amiga del dirigente socialdemócrata. A principios de los noventa, Müller tenía un aspecto punki. Hoy lleva melena. Para Lafontaine es su tercera esposa.

Hillary Clinton, Cherry Booth (esposa de Tony Blair), Silvianne Agazinsky (Lionel Jospin), o Doris Knopf (cuarta esposa de Schröder) pertenecen a la categoría de "mujeres modernas, que trabajan y se ocupan de la familia", aunque Doris haya arrinconado el periodismo. Entre Hillary, que ha dejado su profesión para entregarse a la política, y las mujeres europeas como Booth, Agazinsky y Müller hay diferencias. "Las europeas no nos dedicamos a la política como esposas de nuestros maridos, sino que nos dedicamos a nuestro trabajo". Müller, sin embargo, tiene una dificultad particular al ocuparse de lo mismo que su marido. "Si fuera abogado, no sería un problema. Pero difícilmente podría trabajar en el ministerio, aunque teóricamente sería posible". No estaría bien visto.

Müller se especializó en problemas relacionados con la organización del trabajo y la reducción de horarios para luchar contra el paro. En círculos profesionales se siente reconocida. La opinión pública es más conservadora.

Desventajas

"Conozco ejemplos de mujeres con muy buen aspecto que no consiguen imponerse profesionalmente, porque la gente piensa que son todo fachada. Conocí a una berlinesa que se suicidó por estos motivos. Ambos sexos tienen problemas para aceptar profesionalmente a una mujer cuando ésta es bien parecida", señala. ¿Hay machismo en la sociedad alemana? Müller está en contra de generalizar, pero recuerda que "cuando me pronuncié sobre el Bundesbak, uno de los ministros le preguntó bromeando a Schröder: "¿Y qué piensa tu Doris sobre la política monetaria?". Para mí esto es un indicio claro de que me he metido en un campo de hombres", señala.

Müller milita en contra de la ablación genital femenina y es presidenta de INTACT (Acción Internacional contra la Ablación de Muchachas y Mujeres). Su interés por el tema comenzó tras un viaje a Benin, cuando la esposa del presidente de aquel país le pidió ayuda. Müller ha convertido el problema en su compromiso social y, como presidenta de INTACT, recoge fondos para su campaña. "En Alemania hay 20.000 emigrantes que han sufrido la mutilación genital".

¿Y cómo ve la economista Christa Müller la situación económica en Alemania? "Me parece que la coyuntura se está deteriorando y por eso creo que se debe emprender una acción política para impulsar el crecimiento". Su receta: intereses más bajos; un endeudamiento mayor, que agote los márgenes previstos por el Tratado de Maastricht hasta el 3%; financiar inversiones con futuro, como la investigación y la educación, y una política salarial orientada hacia la productividad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_