Fernán-Gómez novela una conjura contra los Medici en Florencia

Fernando Fernán-Gómez tuvo la idea ya hace 30 años de escribir La cruz y el lirio dorado (Espasa), su última novela. El personaje de un asesino a sueldo, que renuncia en el último momento a cumplir su encargo, sedujo a este intelectual que ha cultivado muchos géneros literarios al margen de su trabajo como actor. La historia está ambientada en la Florencia de los Medici en el siglo XV y la primera vez que Fernán-Gómez (Lima, 1921) escribió el relato quedó más satisfecho de los diálogos que de la parte descriptiva. "Así que decidí", comentó, "convertir la historia en una obra teatral con la que opté al Premio Lope de Vega y quedé finalista".Pero, una vez plasmada como novela, el autor recreó esa convivencia con la muerte que mantienen tanto los sacerdotes como los médicos. "Tras la renuncia del asesino a sueldo, los conjurados contra los Medici", aclaró el escritor, "recurren a un sacerdote. El asesino sufre una impresión paralizante al saber que debe cometer el crimen en una iglesia. En cambio, al cura no le afecta el escenario. Recuerdo que hace muchos años, en el entierro de un amigo, observamos que el único que no estaba visiblemente afectado era el único médico del grupo. Familiarizados con la muerte, médicos y sacerdotes parecen más acostumbrados, más inmunes".

Premios

Durante un almuerzo con periodistas, Fernán-Gómez reconoció que le alegraban los premios, como el Goya que acaba de recibir por su papel en El abuelo, pero parafraseó al escritor francés André Gide, que comentó en una ocasión que "los premios sólo sirven cuando no se merecen". "Quiero decir", aclaró el actor, "que los premios ayudan y sirven al principio de una carrera. Ahora, los premios con reiteración empiezo a encontrarlos un ardid de burla, aunque me emocionan y alegran también a mis amigos".Fernando Fernán-Gómez, que fue elegido miembro de la Real Academia Española en diciembre, no quiso adelantar nada sobre su discurso de ingreso en la institución.