Cinco países se han querellado contra tabacaleras de EE UU

Las tabacaleras de Estados Unidos se preparan para una avalancha de litigios internacionales de países que, imitando el ejemplo de los Estados norteamericanos, están pidiendo indemnizaciones millonarias por los daños que ha causado el tabaco a la salud de sus ciudadanos. Venezuela ha sido el último en interponer, ayer, una querella ante el tribunal federal de Miami. En lista de espera se encuentran Brasil, Ecuador y Rusia. Por su parte, Guatemala, Panamá, Nicaragua y Bolivia ya han presentado querellas ante diversos tribunales de Estados Unidos.Todos estos países alegan la presunta "conspiración" de la poderosa industria del tabaco estadounidense para ocultar los efectos dañinos de su producto, que a través de los años han producido numerosas pérdidas de vidas humanas, y también de fuertes sumas de dinero a los respectivos sistemas sanitarios públicos.

Las tabacaleras en el banquillo de los acusados llegaron recientemente a un acuerdo con los 50 Estados de la Unión por el que pagarán 246.000 millones de dólares (36 billones de pesetas), a lo largo de 25 años, para compensar los gastos médicos en los que incurrieron los Gobiernos estatales por el tratamiento de las enfermedades ocasionadas por la adicción a los cigarrillos.

La industria ha reaccionado airada devolviendo la acusación de "conspiración" a estos países. "Están intentando secuestrar el sistema judicial americano", fueron las palabras que usó ayer Mark Smith, portavoz de una de las compañías acusadas, Brown and Williamson. Las tabacaleras preparan una contraofensiva legal basada, entre otros argumentos, en el innecesario uso de los tribunales americanos para casos que se podrían solventar en los respectivos países.

Las principales compañías nombradas en las demandas son R. J. Reynolds, Brown and Williamson, Lorillard, Liggett Group, The Tobacco Institute, Phillip Morris, The Council for Tobacco, Brooke Group, Research USA y Tobacco Institute Research Committee. En el caso de Venezuela, también se incluye a British American Tobacco, fabricante de Lucky Strike, Kent y otras marcas de cigarrillos, que controla el 76% del mercado venezolano de tabaco.

Los abogados de la industria norteamericana aducen el carácter frívolo de las demandas, ya que esos países no han entablado acciones legales en casa.