La élite del capitalismo se reúne en Davos para analizar la mundialización

La élite del capitalismo mundial se congregó ayer en la pequeña localidad suiza de Davos para abrir las sesiones de la 29ª edición del Foro Económico Mundial. La cumbre intentará encontrar fórmulas para controlar las consecuencias indeseadas de la mundialización económica y hacer frente a las crecientes tendencias que se han manifestado contra ella tras la crisis financiera que se inició en 1997. Sobre los asistentes, en gran medida responsables de los progresos que esa mundialización ha registrado durante las dos últimas décadas, planea la reciente caída de Brasil.

Una larga lista de ministros de Economía de países latinoamericanos intervendrá estos días en Davos para intentar transmitir una imagen de optimismo sobre sus economías. También lo harán algunos banqueros, entre ellos Ana Patricia Botín, firme defensora de la expansión de la banca española en ese continente.De hecho, los peores pronósticos de los más pesimistas participantes en la reunión de Davos del pasado año han sido confirmados por la realidad. Por esto, el clima que se respira en esta primera fase de la cumbre, según el director del Foro, David Morrison, es de conciencia sobre "la fragilidad" de la mundialización. Las preguntas que están sobre la mesa intentan aclarar por qué la situación financiera mundial se ha deteriorado tan dramáticamente y cuáles son las causas, así como el hecho de que la comunidad internacional no haya sido capaz de hacerles frente. Y, en consecuencia, contra la tentación de que el mundo considere la mundialización como la causa esencial de sus problemas, los líderes económicos intentan en Davos reafirmar su carácter irreversible, haciendo al mismo tiempo un esfuerzo para domesticar sus efectos más perversos.

Papel del euro

Otro de los ejes de esta edición del Foro de Davos es el futuro papel del euro y, más en general, el de la importancia de Europa como poder político mundial, buscando aclarar si en el viejo continente existe o no voluntad para alcanzar ese estatus.En el plano económico, los ministros de Economía del Reino Unido, Gordon Brown, y de Francia, Dominique Strauss-Khan, ambos socialdemócratas, explicarán a banqueros y presidentes de multinacionales sus recetas para que la economía mundial recupere la senda del crecimiento sin sobresaltos. El ministro francés tendrá además, en otra mesa redonda, la posibilidad de probar su espada con el presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg.

La nueva arquitectura financiera internacional, es decir el debate sobre la conveniencia de reforzar instituciones como el Fondo Monetario Internacional o, por el contrario, optar por crear otras nuevas ante la ineficacia de las inexistentes, también estará presente.

Ayer, los presidentes de la Confederación Helvética, Ruth Dreifus, y el de Alemania, Roman Herzog, abrieron oficialmente las sesiones, aunque con un considerable retraso sobre el horario originalmente anunciado. Esto se debió a la fuerte tormenta de nieve que descargó sobre la zona y complicó sobremanera el acceso a Davos de los cerca de 3.000 asistentes al Foro. El propio vicepresidente de EE UU, Al Gore, tuvo que renunciar a su idea de llegar en helicóptero y hubo de desplazarse en tren.

Entre las personalidades que se espera acudan a Davos se encuentran el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, que participará en debates sobre el futuro de su país. Robert Rubin, secretario del Tesoro de EE UU, explicará su punto de vista sobre el futuro del dólar.