Las visiones del 'Mitch'
Hablar del último desastre natural en América Latina es una paradoja. Siempre puede haber uno después. La mirada de los españoles está todavía anclada en el huracán Mitch. Hoy tendrán que moverla hacia Colombia, las imágenes empezarán a gotear en las pantallas.El Mitch asoló Centroamérica. El 22 de octubre del pasado año, frente a las costas de Panamá, el Mitch empezó a moverse en el mar Caribe. El huracán, imprevisible como todos ellos, arremetió otra vez contra el Istmo, rozó Nicaragua hundiendo el volcán Casitas y enterrando a varias comunidades: dejó casi 3.000 cadáveres. Tras cargar energías en las aguas calientes del mar Caribe, acabó con una gran parte del territorio hondureño. La cola del Mitch afectó a El Salvador y a Guatemala. Más de 11.000 muertos, cerca de tres millones de damnificados, y unos 13.000 desaparecidos. Puentes, carreteras y viviendas desaparecieron en cuatro días. Los analistas concluyeron que los países afectados necesitarían 20 años para volver a recuperar su estado actual. Retraso sobre retraso.
Ayer, Colombia sintió resquebrajarse el suelo bajo sus pies, justo cuando nacía la esperanza de la paz. Los temblores de tierra no son una experiencia nueva. El 8 de febrero de 1995, un terremoto dejó 38 muertos en Pereira. Y el 7 de junio de 1994 se produjo una catástrofe similar a la de ayer: 589 muertos tras una avalancha de tierra tras un terremoto en el departamento del Cauca, donde se sitúa el epicentro de los temblores de ayer.
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