El informe de las corporaciones urge soluciones a la "enorme congestión viaria" del área metropolitana

VIENE DE LA PÁGINA 1 La gran envergadura de las inversiones en infraestructuras pendientes requiere, según el documento, la intervención de las tres administraciones públicas -el Gobierno central, la Generalitat y los ayuntamientos- y exige un consenso político sobre el modelo y la gestión. El informe reivindica la creación de un ente de carácter público que agrupe todos los intereses y que esté dotado de autoridad para actuar con independencia, "como lo hizo en su momento el Comité Olímpico, COOB 92", en palabras de uno de los expertos que ha participado en la elaboración del informe. El GTI-4 cita como ejemplo de la ineficiencia actual de las administraciones el retraso del desvío del Llobregat (Plan Delta): "Es necesario encontrar el instrumento para potenciar el consenso y la coordinación, ya que hasta el momento la evolución y las dificultades por las que está pasando el Plan Delta no parecen demostrar que esto sea posible". El informe añade: "Para mejorar en temas de gestión y de financiación, la aportación de la iniciativa privada puede ser un elemento de cambio favorable. La iniciativa privada tiene capacidad de introducir criterios de rentabilidad y de competitividad, y también soluciona con mayor rapidez los cuellos de botella de la gestión política de los proyectos de infraestructuras". Respecto a las vías de comunicación y el transporte, el informe del GTI-4 parte de que las carencias actuales pueden resolverse introduciendo criterios de intermodalidad para personas y mercancías, especialmente en la región metropolitana de Barcelona, "donde la población se desplaza mayoritariamente en forma radial y en transporte privado, lo que provoca la enorme congestión viaria". Respecto a la prioridad que reclama Barcelona, el documento propone que "la gestión de las infraestructuras se descentralice en función de las condiciones particulares de los diferentes espacios económicos". La movilidad de las mercancías en el entorno de Barcelona responde al alto nivel de segmentación de la actividad productiva y a la estratégica posición logística de la zona respecto a Europa y el eje mediterráneo, lo que "obliga a primar la posición de la región metropolitana y a configurar un sistema de infraestructuras de acuerdo con estas necesidades". El informe destaca que la ineficiencia de la red viaria catalana no radica en sus déficit, sino en la mala gestión de las infraestructuras existentes. "La red viaria manifiesta una congestión en determinadas franjas horarias, sobrecostes por pérdida de tiempo, aumento de la contaminación y mayor siniestralidad, lo que se agrava especialmente como consecuencia de un diseño inadecuado del sistema de peajes". El documento destaca también la gestión poco eficiente del transporte aéreo, a causa principalmente de "la gestión centralizada por parte de AENA, que impide orientar el negocio aeroportuario con criterios comerciales como hacen la mayoría aeropuertos europeos".