Chaves propone la creación de consejos locales de medio ambiente en las ciudades andaluzas La Conferencia Euro-Mediterránea reclama el fortalecimiento del poder municipal

La Conferencia Euro-Mediterránea de Ciudades Sostenibles se clausuró ayer con un doble llamamiento a la cooperación entre todos los países del área y al fortalecimiento económico del poder local para invertir en medidas respetuosas con el medio ambiente. Las tres jornadas de debate se resumen en la Declaración de Sevilla, un documento que apenas recoge propuestas prácticas para avanzar en el desarrollo sostenible. El presidente andaluz, Manuel Chaves, formuló la medida más concreta al defender la creación de consejos municipales de medio ambiente en las ciudades.

Chaves apostó por crear consejos locales de medio ambiente como los órganos idóneos para "integrar distintos puntos de vista", a la hora de caminar hacia modelos urbanos respetuosos con el medio ambiente. La propuesta del presidente andaluz coincide con una de la demandas del foro alternativo a la Conferencia Euro-Mediterránea, que se ha desarrollado al margen del encuentro oficial para expresar el rechazo ante la exclusión de voces alternativas en el mismo. Los convocantes de este foro trasladaron ayer su malestar hasta el Palacio de Congresos y Exposiciones, donde interrumpieron en numerosas ocasiones los discursos de la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Con pancartas y silbatos, una veintena de personas trataron de "desenmascarar una farsa". "El desarrollo sostenible es el nuevo disfraz que sirve para mantener el mismo modelo de explotación económica", aducen. Ciudad ideal La clausura de la Conferencia Euro-Mediterránea, a la que acudieron unas 350 personas, se caracterizó por la ausencia de propuestas concretas para avanzar en lo que se ha acuñado como ciudad sostenible, un término que define, según la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, "casi a la ciudad ideal". Y aclaró: "Es la que consume el agua estrictamente imprescindible, utiliza transportes públicos no contaminantes, tiene grandes espacios verdes y se preocupa por la integración social". La alcaldesa sevillana, sin embargo, no anunció medidas concretas, a diferencia de la jornada inaugural, cuando se pronunció a favor de cambiar el modelo urbanístico de Sevilla en los próximos años para lograr barrios más humanizados. Tampoco la Declaración de Sevilla va más allá del voluntarismo, a excepción de algunos compromisos. Los 18 países representados en el encuentro han abierto un cauce de comunicación para intercambiar experiencias y desarrollar iniciativas comunes en materia de planificación urbana, vivienda, lucha contra la pobreza, conservación de centros históricos, agua y residuos, entre otros. La Declaración de Sevilla se unirá a otros tres documentos regionales para servir de punto de partida en la tercera Conferencia Pan-Europea de Hannover (Alemania), que se celebrará en el año 2000 para examinar la campaña de ciudades europeas sostenibles. El texto firmado ayer reclama el fortalecimiento de los poderes locales a través de más recursos financieros para impulsar medidas respetuosas con el medio ambiente, que atiendan al carácter específico del marco mediterráneo. Sobre esto insistió la presidenta delegada de la Federación Mundial de Ciudades Unidas, Mercedes Bresso, quien instó a la Comisión Europea a "incluir en un macro-proyecto los programas específicos del Mediterráneo". La UE, siguió, "debe reconocer el papel de los poderes locales y regionales en estos procesos de creación de desarrollo sostenible".