_
_
_
_
_
Reportaje:GESTIÓN

El futuro teatro de la estación de Príncipe Pío supera el último trámite municipal

El pleno municipal de enero autorizará la construcción del mayor teatro de la ciudad, dentro del edificio de la estación de Príncipe Pío, que goza de la máxima protección legal por su interés histórico y artístico. Por esa razón, la Comunidad de Madrid se ha mostrado reticente a permitir obras en este espacio, propiedad de Renfe y que actualmente se encuentra cerrado y sin uso. Por su parte, el Ministerio de Cultura, que en un principio tampoco simpatizaba con los planes para transformar una zona de la antigua estación en un gran espacio teatral, los acepta porque supondrán "la revitalización del edificio protegido". La construcción del teatro está impulsada por la empresa Pigmalión.

Más información
Un diseño novedoso

La antigua estación del Norte, ahora Príncipe Pío, albergará un teatro con capacidad para 2.166 butacas. Se convertirá así en la sala más grande de Madrid (el Teatro Real, por ejemplo, tiene un aforo para 1.630 espectadores), con una superficie total construida de 6.534 metros cuadrados, repartidos en cinco plantas. El escenario y sus dependencias ocuparán casi 500 metros cuadrados.Estas obras supondrán una inversión de unos 1.500 millones de pesetas, que aportará la firma Pigmalión, una productora creada y dirigida por el empresario Luis Ramírez, dedicada fundamentalmente al montaje de espectáculos musicales. Precisamente, este empresario quiere convertir el nuevo teatro en un espacio capaz de acoger los grandes títulos de este género que llegan desde Londres y Nueva York. La obra prevista ya para inaugurar el teatro de Príncipe Pío es El fantasma de la ópera.

La zona de la estación que se transformará en teatro es el edificio terminal (vestíbulo) y sus dos torreones de Poniente y Levante, que dan a la costanilla de San Vicente.

Plan especial

Para autorizar las obras en la vieja estación, dado el carácter de edificio protegido (por el Plan General del Ayuntamiento, además de tener abierto un expediente para declararlo como bien de interés cultural desde hace más de 20 años), era necesaria la aprobación de un plan especial con el visto bueno de una comisión del patrimonio histórico integrada por el Ayuntamiento y la Comunidad. Este plan especial ha sido promovido por la empresa Pigmalión, con el consentimiento expreso de Renfe, propietaria del terreno y del edificio y responsable también de la explotación de este espacio a través de la empresa Riofrisa.La comisión de Patrimonio, que aplazó su decisión a lo largo de cinco sesiones, dio el visto bueno al plan especial de Príncipe Pío el pasado mes de abril. Pero en sus conclusiones advierte de que cualquier operación en este edificio deberá respetar la fachada y el aspecto exterior de la estación, sin que sobresalgan elementos de las nuevas instalaciones. Deberá conservar también la escalera imperial de la estación, aunque tenga que cambiar de sitio. Y se conservará también el techo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Por su parte, la Comunidad de Madrid intentó que Pigmalión construyera su gran teatro en otro lugar. Para ello ofreció dos ubicaciones alternativas: un solar incluido en la Operación Chamartín (ampliación del paseo de la Castellana) y una nave de Unión Fenosa situada en la calle de Méndez Álvaro. El representante de la Dirección de Patrimonio de la Comunidad, Javier Gutiérrez, votó en contra del plan especial de Príncipe Pío al entender que "la propuesta de Pigmalión es incompatible con la protección que tiene el edificio por ser un bien de interés cultural". El pasado diciembre, el Ministerio de Cultura emitió un informe en el que también opinaba sobre la conversión de la estación de trenes en teatro por ser un edificio de titularidad estatal. "La intervención proyectada, si bien supone una importante alteración del espacio interior del cuerpo central del antiguo vestíbulo de la estación, lleva consigo la revitalización de un edificio protegido y actualmente abandonado, cuya degradación conviene evitar incorporándolo a un uso cultural", declara el informe del Instituto del Patrimonio Histórico de este ministerio, que concluye con el visto bueno a las obras en la estación.

El mayor proyecto teatral en la historia de Madrid tan sólo debe esperar ahora la aprobación final del plan especial por el pleno del Ayuntamiento. Hace dos años, cuando los promotores de la construcción del teatro en la vieja estación avanzaron sus planes, estimaban que a finales de este año estaría terminado el teatro, una previsión que ha resultado errónea.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_