Comisiones Obreras denuncia que los muertos en accidente en la construcción subieron un 20% en 1998

Los accidentes laborales se cobraron 120 víctimas mortales en Madrid durante el recién concluido 1998, dos más que las registradas el año anterior. Así consta en el balance sobre siniestralidad en el tajo que la unión regional de Comisiones Obreras presentó ayer, un estudio en el que se revela que los accidentes con resultado de muerte aumentaron un 20% en el sector de la construcción y un 41,2% en el industrial.A esa lista negra de 120 fallecidos a lo largo de su jornada laboral también se pueden añadir otras 52 muertes in itinere: durante los desplazamientos hasta el lugar de trabajo o en los regresos de éste al domicilio.

Así, pues, apunta el balance sindical, 1998 volvió a ser un año negro en el capítulo de la siniestralidad laboral, pese a los esfuerzos que la Administración regional ha querido desarrollar para paliar esta situación. A juicio de los responsables de Comisiones Obreras, los grandes causantes del problema son las empresas de trabajo temporal (ETT), las cadenas de subcontratación y los contratos temporales.

En el cómputo global de accidentes (incluyendo también los de carácter leve), la estadística vuelve a ofrecer argumentos para la preocupación. Los percances ascendieron a 85.598 accidentes, un 2,16% más que en 1997. El balance que ofreció hace una semana UGT registraba una cifra total algo menor, pero el porcentaje de incremento era muy similar al resultante en el informe de CC OO. En cualquier caso, los autores del estudio aprovecharon ayer para recordar a los empresarios "que recurren a las malas prácticas" -como los contratos no indefinidos- que ellos son "los principales responsables" de que el problema de la siniestralidad se haya agravado un poco más en la Comunidad de Madrid. También adelantaron que propondrán "medidas excepcionales" para con esos empresarios, dentro del Instituto para la Seguridad y Salud en el Trabajo que ha creado a tal efecto el Ejecutivo regional. El presidente madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, admitió tras el último Consejo de Gobierno de 1998 que el índice de accidentes era "inaceptable".