El Gobierno de Nigeria envía más tropas a la zona petrolífera para frenar las protestas
El Gobierno nigeriano está dispuesto a proteger las instalaciones petrolíferas del delta del Níger de sus propios ciudadanos con todos los medios militares a su alcance. Nuevas tropas y armamento, incluidas varias lanchas de combate, fueron enviadas ayer a la región sureña de Bayelsa, donde esta semana han muerto al menos 26 jóvenes de la etnia ijaw.
Estos jóvenes trataron de asaltar varias bases militares y paramilitares cercanas a las instalaciones petrolíferas que protegen. Los ijaws protestaban por la presencia militar y por la ausencia de beneficios que reporta la explotación petrolífera a las comunidades cercanas.
El general Abdulsalami Abubakar, en el poder desde la muerte del dictador Sani Abacha, advirtió el pasado viernes que utilizará "cualquier medio" para frenar las protestas. Los ijaws, unos cuatro millones, han intensificado sus quejas desde la muerte de Abacha y, por tanto, la relativa disminución de la represión.
La región del delta del Níger vive en absoluta pobreza, sin agua potable, luz ni cobertura sanitaria, a pesar de la enorme riqueza que genera la extracción de crudo.
La explotación del petróleo nigeriano (unos dos millones de barriles diarios) sigue en manos de multinacionales que, a pesar de los problemas de imagen que supuso su pasividad en la ejecución en 1995 de Ken Saro-Wiwa (defensor de los derechos de la minoría ogoni), no quieren abandonar la zona, ya que los costes de producción en Nigeria son más bajos que en otras partes del mundo. La tensión en el delta ha crecido sustancialmente a la espera de que se produzcan este año las prometidas elecciones democráticas.
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