_
_
_
_
LA CUENTA ATRÁS DEL EURO

Economía abre la mano y admite que las subidas salariales superen la inflación

El aumento de poder adquisitivo de los salarios es compatible con el programa de estabilidad 1999-2002, siempre que no elimine "las ganancias de productividad necesarias para mejorar la competitividad de la economía".Este razonamiento, efectuado ayer por el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, durante la presentación del programa supone un cambio en el discurso sobre la moderación salarial defendido por el Gobierno. Contener las subidas salariales por debajo de la tasa de inflación era una de las recomendaciones constantes del Ejecutivo. La inflación prevista para 1999 es el 1,8%.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, por ejemplo, defendió que los incrementos salariales para este año estuvieran en línea con la media de la inflación europea (1,1 en octubre para los últimos 12 meses, por 1,6 en España), que es inferior a la española, lo cual levantó fuertes protestas de los sindicatos. También desde el Banco de España se ha insistido, informe tras informe, en la necesidad de controlar los incrementos de salarios para bajar la inflación.

Más información
Alemania encara 1999 con mediocres perspectivas, pero con el propósito de reducir el paro
El déficit comercial creció un 23,6% hasta final de octubre

1,3 millones de empleos más

Montoro desgranó el programa de estabilidad que ha de ser presentado en Bruselas antes de que finalice el año e hizo hincapié en la evolución del empleo. De acuerdo con las previsiones de Economía, en los próximo cuatro años se crearán 1,3 millones de puestos de trabajo netos, con lo que la tasa de paro se situará en el 12,8% de la población activa. UGT y CCOO insisten, no obstante, en que la política de empleo del Gobierno es insuficiente, dado que España presenta una tasa de ocupación muy inferior a la media europea.El secretario de Estado de Economía explicó que la inflación en estos cuatro años estará siempre por debajo del 2% y que el crecimiento medio anual del producto interior bruto (PIB) será del 3,3% del 2000 al 2002. [Ayer, el Gobierno vasco anunciaba que, según sus previsiones, el PIB de Euskadi crecerá un 5,5% este año y un 4,8% el próximo].

Montoro pronosticó que el déficit presupuestario se irá reduciendo hasta convertirse en superávit en el último año del Programa de Estabilidad. En el 2002 se registrará un superávit presupuestario de una décima del PIB. Este ajuste, según Montoro, se producirá gracias a un crecimiento medio de los ingresos del 5,2%, mientras que el aumento medio de los gastos será del 4%. "El esfuerzo", dijo, "será compartido también por las comunidades autónomas, que conseguirán el equilibrio presupuestario en el 2001, y por la Seguridad Social, cuyo déficit quedará eliminado en el 2000".

Todo ello se compatibilizará con una disminución de la presión fiscal de 0,4 puntos del PIB en los dos próximos años, "gracias a la reforma fiscal", resaltó.En los dos ejercicios siguientes la presión fiscal se mantendrá.

El crecimiento del 3,3% del PIB descansará, según Economía, en la demanda nacional, que subirá una media del 3,5% del 2000 al 2002. Este alza es superior a la estimada para el consumo privado (3,1%) y para el público (1,2%).

La inversión continuará a fuerte ritmo, con un incremento del 5,9%, gracias fundamentalmente al tirón de la construcción, que, con un alza del 6,5% de media, seguirá siendo uno de los motores de la economía. La inversión pública aumentará un 10%.

El sector exterior restará una media de cuatro décimas al PIB, con un crecimiento medio del 8,5% para las exportaciones y del 8,6% para las importaciones.

El secretario de Estado de Economía reseñó, tal y como había avanzado Rodrigo Rato el pasado miércoles, que "la renta media de los ciudadanos españoles irá aproximándose a la media de los europeos; ahora estamos en el 79% y en el 2002 alcanzaremos el 82%". Rato había ido más allá y había pronosticado que esa tasa será del 90% en el 2006 "si el PP vuelve a gobernar".

Montoro destacó que España ha sido capaz de converger con sus socios de la unión monetaria y afirmó que la moneda única "es el mejor baluarte para afrontar los nuevos retos y para poder avanzar hacia sociedades más competitivas, que garanticen el aumento de la cohesión social".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_