Un hospital de Vigo cierra un quirófano después de tres muertes por un hongo

La dirección del hospital público Meixoeiro de Vigo ha decidido clausurar su quirófano de cirugía cardíaca tras la muerte de tres pacientes que estaban infectados por un hongo poco frecuente. Las autoridades del centro investigan si el foco infeccioso pudo partir de unas obras que se estaban realizando en las proximidades del recinto de operaciones. El hongo Aspergillus, cuya presencia fue detectada en otros tres pacientes de dolencias cardiacas, se encuentra en la tierra, y si ésta se remueve, puede transmitirse al ser humano, aunque resulta inofensivo para personas sanas.

La clausura del quirófano fue decidida el pasado 5 de diciembre, una vez que se comprobó que de los 120 pacientes operados entre el 1 de mayo y el 31 de julio, seis estaban infectados por el germen, según publicó ayer el diario Faro de Vigo. Tres de ellos fallecieron la pasada semana.La presencia del Aspergillus ya fue descubierta el pasado julio en una de las inspecciones periódicas que se realizan en el hospital para prevenir infecciones en los quirófanos. En aquel momento ya se sospechó que el hongo podía provenir del movimiento de tierras de unas obras que se habían realizado a unos 50 metros de la unidad de cirugía y que llevaban meses paralizadas, aunque los miembros del servicio de medicina preventiva del centro también hicieron constar que en aquella época el aire estaba especialmente húmedo por las condiciones meteorológicas.

Fuentes del hospital explicaron a EL PAÍS que se apuntó como hipótesis que alguien hubiese utilizado incorrectamente una puerta de incendios del centro, que comunicaba con el lugar de la obra, al mismo tiempo que el quirófano permanecía abierto. Entre esa salida de emergencia y la entrada al recinto quirúrgico hay apenas cinco metros de distancia. Según la información de Faro de Vigo, la puerta estaba separada de la zona de obras por una lona que se rompió de modo accidental.

La dirección del hospital encargó que se barriese la zona con unos aparatos aspiradores que permiten analizar la presencia de gérmenes en el aire. Aunque los resultados fueron negativos, por precaución se decidió tapiar la puerta el pasado 27 de julio. Fue en noviembre cuando volvió a detectarse la presencia del Aspergillus, que tarda varios meses en incubar, esta vez en seis de los pacientes intervenidos en el quirófano. Tres de ellos murieron la semana pasada, aunque fuentes médicas explicaron que no se puede atribuir su fallecimiento exclusivamente a la acción del germen. El hongo en cuestión es inocuo para las personas sanas, pero puede agravar el estado de salud de pacientes que ya sufren otros procesos muy delicados, como era el caso de los tres fallecidos, que padecían serias lesiones cardiacas.

Según las mismas fuentes, aunque resultan habituales las infecciones en los quirófanos de los centros sanitarios, el Aspergillus es un hongo bastante infrecuente en ese tipo de instalaciones. La investigación encargada por el hospital pretende determinar si el germen fue un factor determinante para desencadenar la muerte de los tres pacientes. De momento, el quirófano permanece clausurado y ya se ha podido comprobar que la infección no ha alcanzado a ninguna de las otras diez cabinas de operaciones que tiene el hospital.

El responsable de guardia en el centro sanitario no quiso hacer ayer comentarios y se remitió a un comunicado que la dirección del Meixoiero hará público durante la mañana de hoy. El director médico del hospital, Jesús Saavedra, declaró a Faro de Vigo que el contagio se debió a una "desgraciada coincidencia". "Hemos tenido la mala suerte", comentó Saavedra, "de que coincidió la construcción de la obra con la rotura de la lona de la puerta y con una época de cambio de temperaturas". La dirección descarta que se vayan a producir nuevos casos y subraya que ante las primeras sospechas se actuó con gran celeridad.

El hospital Meixoeiro pertenece a la red del Servicio Galego de Saúde (Sergas), el organismo de la comunidad autónoma que gestiona la sanidad pública. El quirófano en cuestión depende del Instituto Galego de Medicina Técnica (Medtec), una sociedad anónima de capital público creada según el modelo de fundaciones que el ministro de Sanidad, José Manuel Romay, anterior consejero gallego, pretende implantar para los hospitales del Insalud.