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Reportaje:

El 90% del caudal que lleva el río Guadarrama corresponde a vertidos

Vicente G. Olaya

, El futuro parque regional del Guadarrama, que el Gobierno quiere aprobar en los próximos meses, tiene su corazón gravemente herido. El río Guadarrama, corriente en torno a la que se desarrollará esta área natural de 16.500 hectáreas, lleva en los meses de estío nueve partes de vertidos líquidos por sólo una de agua propia, según han determinado los análisis encargados por la Consejería de Medio Ambiente.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del futuro parque (PORN), herramienta legal que disecciona el estado biológico de esta área y que establece los usos que se pueden llevar a cabo en ella, reconoce que "la contaminación del curso fluvial tiene su origen fundamentalmente en los vertidos urbanos, con un caudal que puede alcanzar valores 10 veces superiores a los que tiene en régimen natural de estiaje".Según el PORN, "en los meses de verano, la contaminación del río en su cabecera es máxima, y antes de entrar en su tramo medio [justo cuando se adentra en el futuro parque], ya presenta una contaminación importante, donde la calidad del agua prácticamente no es apta para ningún uso", ni siquiera para el riego.

El estudio reconoce que 42 núcleos urbanos e industriales vierten en el Guadarrama, y que "son numerosos los que echan sus aguas sin depurar a los cauces de ríos y arroyos".

"Todavía quedan muchos núcleos urbanos y urbanizaciones que no cuentan con un sistema de depuración de aguas residuales y municipios con un servicio insuficiente para las necesidades de una población creciente (El Plantío, Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada...). La falta de capacidad depuradora que elimine el fósforo y el nitrógeno se va a traducir en una eutrofización del agua", vaticina el PORN.

Además, "los vertidos de origen industrial, potencialmente más contaminantes, terminan por pasar al sistema de saneamiento, ocasionando graves problemas sobre los tratamientos biológicos de las depuradoras convencionales. Su peligrosidad radica en las elevadas concentraciones en metales pesados y compuestos orgánicos".

Por eso, el plan de ordenamiento del parque destaca que, aunque se pongan en marcha nuevas depuradoras -hay tres en construcción y cinco ampliaciones de las existentes-, "la recuperación de la calidad del río Guadarrama será muy lenta".

De hecho, las estaciones de medición de la polución del río ofrecen datos muy reveladores sobre el estado concreto de los diferentes tramos del cauce. En Las Rozas, por ejemplo, "el agua presenta una contaminación que se caracteriza por el carácter anóxico [sin oxígeno]". En Villanueva del Pardillo existe una "concentración de fósforo elevada", mientras que en el río Aulencia, afluente del Guadarrama, "las concentraciones de nitrógeno amoniacal y fósforo" son las más destacadas.

Dentro de los límites del futuro parque se ubican además 10 explotaciones mineras, la mayoría graveras, que deterioran aún más la situación de es-te cauce fluvial. "El ocasional abandono de maquinaria, materiales y residuos y el vertido de aceites de los vehículos industriales son, entre otras, causas frecuentes de contaminación de los recursos hídricos. Son comunes los vertidos al cauce del río con una elevada concentración de sólidos en suspensión, que provocan un aumento de la turbidez".

Como consecuencia de todo esto, la fauna ha resultado gravemente dañada por la polución de las aguas. El tritón ibérico, especie protegida que vive en las charcas que forman las lluvias primaverales, ha reducido su número por la "eliminación de las charcas y los vertidos de escombros". El galápago europeo, especie en peligro de extinción, "padece la captura de ejemplares para su venta y su distribución se haya condicionada por la contaminación del agua". La rana de San Antón, especie considerada vulnerable, "es cada vez más escasa debido a la desaparición de las charcas, la contaminación de los cursos de agua y la introducción de peces depredadores", señala el plan de ordenación. El cangrejo de río europeo, simplemente ha desaparecido a causa de los vertidos.

Entre las aves, el martín pescador es la más afectada, por "las oscilaciones del caudal y la contaminación de las aguas, ya que sus principales presas han descendido en número".

El documento asegura que junto a las márgenes del río se levantan centenares de edificaciones ilegales junto al agua, donde viven unas 1.240 personas, algunas de ellas incluso a distancias inferiores a los cinco metros, "lo que constituye todo un problema ambiental y de seguridad pública".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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